"Hay que invertir el tiempo lo mejor que se puede en ocio". Celestino, de 81 años. "Nos apuntamos a un bombardeo para movernos, no quedarnos en un sillón, y tener la mente abierta porque queremos ser como Matusalena". Manoli, 66 recién cumplidos. "No te puedes quedar quieto, hay que hacer cosas y ayudar". José, de 73, y su mujer Adela, de 72, grandes colaboradores del hogar del pensionista de Ciudad Jardín. Todos ellos podrían ser el ejemplo práctico de lo que pretende el Libro Blanco del envejecimiento activo, un documento marco aún en elaboración y cuyas propuestas les presentó ayer la consejera de Igualdad, Micaela Navarro.
El Libro Blanco incluirá políticas de salud, participación y protección jurídica y económica que se elaborarán con la propuestas de los mayores. "A ver si hay algo nuevo a lo que ya hacemos", dice Maru, de 70 años y habitual del centro de día de Triana, como Celestino, aficionado al billar y el dominó. Pero su amigo Jesús, de 63 años, añade a estos clásico novedades como "el photoshop, internet y el powerpoint". "Yo me he metido ahora en eso y hago muchas presentaciones", relata.
El documento también pretende atajar los malos tratos a los mayores. El año pasado el teléfono de atención a los mayores (900 85 83 81) recibió 928 denuncias. La consejera señaló que muchas víctimas son mujeres viudas y que la falta de atención con frecuencia procede "del entorno más cercano".
