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Del ‘sprint’ de inauguraciones a un apagón institucional

La Junta Electoral rectifica y no avala las visitas a obras. Todos los carteles políticos deberán ser retirados

el 26 mar 2011 / 19:58 h.

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‘Sprint'. Las foto-inauguraciones de hoy de la Encarnación y del Cercanías del Aljarafe ponen el broche a un frenético esfuerzo por poner en valor, aunque sea a última hora, los avances logrados durante el mandato. Dos meses después de anunciar su paso atrás, el alcalde ha saturado su agenda con entre cinco y seis actos públicos diarios; un ritmo similar al que ha mantenido IU con las evidentes limitaciones de agenda provocadas por el Velo-city. Se han sucedido las inauguraciones, las presentaciones y las simples fotos con proyectos que están a punto de terminar para aprovechar los últimos días antes del apagón institucional que arranca mañana lunes. Casi todas con un lugar común: la ausencia de los candidatos del PSOE, Juan Espadas, y del PP, Juan Ignacio Zoido. La consecuencia es evidente: de nuevo IU, y con su candidato Antonio Rodrigo Torrijos a la cabeza, es la única que toma un impulso claro por la gestión de estos años.

 

Reparto de papeles. Si en el caso del líder popular su ausencia, además de lógica, responde a que ni siquiera ha sido invitado, en el caso del cabeza de lista de los socialistas sus faltas son más que significativas. Se ha desmarcado de casi todos los actos de puesta en valor de la gestión de estos años -con excepciones como el Cercanías, que dependen del Estado-. Ni el tranvía, ni la Encarnación -no está prevista su presencia-, ni siquiera la biblioteca de Felipe González han entrado en su agenda. "Un reparto estratégico de papeles", argumentan fuentes socialistas. Otros son más críticos: "Debía haberlo aprovechado, pero ha querido ser más escrupuloso que nadie con el papel que le corresponde como candidato". En cualquier caso, lo cierto es que Espadas ha mantenido su agenda propia, al margen del Consistorio.

 

Las restricciones. Este reparto tiene fecha límite: mañana. A partir de ese momento, el paso atrás del alcalde será obligatorio, no forzosamente voluntario. La última resolución de la Junta Electoral frustra los planes del Consistorio. El gobierno municipal entendía que se había acabado el plazo para presentar proyectos, lanzar campañas o difundir informes. E incluso tenía asumido que ya no se podían vender más logros ni poner en valor la gestión de estos años. Pero quedaba un resquicio: la visita a obras o las informaciones sobre el estado de los proyectos, siempre que en ellas no se aluda a logros conseguidos. Lo permitió la Junta Electoral a mediados de marzo. Pero lo borró de su dictamen emitido el jueves tras las quejas de los grupos minoritarios. Es tajante. Sólo se permiten "campañas informativas" imprescindibles, y en ningún caso actos oficiales en obras.

 

Los políticos. No sólo los carteles de Sevilla se ve deben desaparecer. En esta peculiar precampaña -tras la última reforma legal- llega la hora de la retirada de carteles, bajo la responsabilidad de los propios candidatos. Se acabaron las imágenes de Espadas, Zoido o Torrijos por las calles; se terminó la distribución de material de propaganda -ni un simple llavero- hasta la primera semana de mayo. ¿Qué podrán hacer entonces los candidatos? La Junta Electoral lo detalla: mítines, entrevistas y debates, buzoneos; exhibir carteles en sus sedes; enviar correos electrónicos y SMS; usar redes sociales; y utilizar vehículos con fotos de los candidatos -ahí está el autobús de Zoido-. Lo demás puede ser denunciado.

 

Programa. Sin gestión, la campaña se debe centrar ya en las propuestas. En debates que siguen enquistados y que se afrontan de forma real o más bien ficticia según la formación política. Como Tussam, el PGOU o la Policía. En el caso de la empresa de transportes, los trabajadores pueden estar más o menos de acuerdo, pero Espadas ha hecho su propuesta: bajar sueldos, aumentar la jornada laboral y ahorrar para incorporar a los eventuales. También Torrijos: mantener la plantilla y buscar nuevos ingresos a través de aparcamientos rotatorios en superficie y de nuevas vías de ingresos con la grúa. Zoido, por su parte, abogó por un sí a todo -al carácter público de todas las líneas, a los eventuales y a la mejora del servicio- con el único riesgo de pedir una auditoría. Respecto al PGOU, más de lo mismo: el PSOE ha anunciado sus cambios, como la Gavidia, la edificabilidad de Isla Mágica o Altadis. IU mantiene su férrea defensa del plan urbanístico. Y el PP optó por anunciar modificaciones y no concretarlas. En Policía sin embargo todos, salvo IU que se mantiene al margen del debate, parecen coincidir: más policías y más sedes de barrio. En cuatro años no ha habido ni dinero ni capacidad de negociarlo. Tal vez todo cambie a partir de mayo.

fjalonso@correoandalucia.es

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