Salvamento Marítimo y la Guardia Civil de Granada sólo confían ya en un milagro para encontrar con vida a la veintena de inmigrantes subsaharianos que la noche del pasado jueves cayeron al agua tras zozobrar la lancha en la que trataban de alcanzar la costa de Motril. Otros 31 ocupantes, entre ellos dos mujeres y al menos dos menores, corrieron mejor suerte y pudieron ser rescatados por los guardacostas, que de momento han logrado recuperar los cadáveres de dos adultos y de dos niños de corta edad.
En lo que va de 2011 ya son al menos 24 los inmigrantes fallecidos al intentar alcanzar las costas españolas. El trágico suceso repite todas las características de otras desgracias similares ocurridas en los últimos años. Unas llamadas desde Marruecos, posiblemente realizadas por familiares de los inmigrantes, alertaron a media tarde del jueves de que una embarcación en la que viajaban medio centenar de personas navegaba con rumbo a España. Habían partido esa misma madrugada en una pequeña lancha neumática que, al parecer, presentaba problemas y empezó a hacer agua.
Rápidamente las autoridades pusieron en marcha el dispositivo de búsqueda, pero no fue hasta la una de la madrugada de ayer cuando un avión de Salvamento Marítimo consiguió localizar la embarcación a unas 23 millas náuticas al sur de Adra (Almería). La zodiac, de aproximadamente siete metros de eslora, se encontraba ya semihundida. Algunos de sus ocupantes se amontonaban en la parte del casco que aún se mantenía a flote, mientras que otros estaban ya en el agua. Los servicios de rescate lograron subir a bordo a 31 personas, en su mayoría adultos, si bien entre ellos hay tres menores a los que habrá que hacer pruebas oseométricas para confirmar su edad.
Entre los supervivientes están también las madres de los dos niños, de uno y tres años, que cayeron al mar y cuyos cadáveres fueron recuperados horas después. Tanto las mujeres como dos de los menores tuvieron que ser trasladados al hospital de Motril con signos de hipotermia. Un tercer adulto presentaba quemaduras por la mezcla del combustible con el agua salada.
EQUIPO DE SALVAMENTO. El dispositivo de búsqueda, formado por un helicóptero, un avión y dos embarcaciones de Salvamento Marítimo, ha rescatado además el cuerpo sin vida de dos adultos. El área de rastreo se ha ampliado hacia el oeste ante la posibilidad de que las corrientes marítimas y los vientos hayan arrastrado en esa dirección los cuerpos de los inmigrantes desaparecidos. Así mismo se ha avisado a todos los buques que se encuentran navegando por el mar de Alborán para informarles de lo sucedido y solicitarles que estén alerta.
Sin embargo, a medida que pasan la horas menguan las esperanzas de hallar algún superviviente. Desde Cruz Roja apuntan que la temperatura del agua estos días es de unos 16 o 17 grados, y que una persona apenas puede permanecer de media 10 horas en estas condiciones. A esta situación se añade la precariedad de la embarcación, ya que si fuese otro tipo de nave posiblemente habrían quedado flotando algunos elementos a los que podrían agarrarse los náufragos para mantenerse a flote en medio del mar.
La peor desgracia registrada en España en los últimos años por el intento de inmigrantes de llegar a suelo nacional ocurrió en diciembre del 2006, cuando al menos 102 personas perecieron ahogadas o por inanición en una travesía desde Senegal hasta las islas Canarias.
