Despertar en la historia de Utrera

Unas visitas teatralizadas recorren el castillo y el Hospitalito de Utrera con motivo de las actividades del ‘Otoño cultural’

La academia de bailes Rocío Palacios y el grupo de gimnasia Akros reciben a los participantes. La academia de bailes Rocío Palacios y el grupo de gimnasia Akros reciben a los participantes. Quiénes mejor que ellos mismos para explicar la historia y las curiosidades que rodean dos de los monumentos más señeros de Utrera. Bajo el nombre Del castillo al Hospital de la Santa Resurrección, todos aquellos que lo deseen tienen la oportunidad de acercarse y redescubrir estos rincones de la ciudad. Sobre una de las lomas de la localidad se encuentra la construcción más antigua de cuantas pueden disfrutarse hoy día recorriendo el casco histórico de Utrera. Su castillo, que data del siglo XIII, se levanta sobre lo que posiblemente sean los restos de una atalaya árabe de la época de los almohades. El que fuera dueño y señor de este recinto, Fernán Arias de Saavedra, es estos días el encargado de recordar algunos de los capítulos más destacados de la historia de la fortaleza y de los detalles de este monumento, como su conexión con otras torres del entorno como barrera defensiva contra los ataques; la reunión que en 1330 se vivió aquí entre los Reyes de Portugal, Castilla y Aragón para organizar sus ejércitos. También los dos asedios que vivió en la época de los Reyes Católicos o el bombardeo que sufrió por parte de los franceses en 1810 durante la Guerra de la Independencia, entre otros momentos. Pero no es el único personaje que despierta estos días en Utrera. El que fuera su alcalde, Rafael Adame, también recibe a los visitantes en esta fortaleza a la que le une la historia. Él se encargó de reconstruir el castillo, que estaba en ruinas, a comienzos del siglo XX. Pero la alegría le duró solamente 15 años ya que, en el invierno de 1931, una intensa lluvia acabó derribando una de sus torres, afectando al entubado público. Y no quedaría ahí la cosa porque, ante el peligro de derrumbe, se decidió tirar prácticamente todo. En el último tercio del pasado siglo comenzó de nuevo a redescubrirse este monumento y a trabajar por su recuperación, como viene ocurriendo actualmente. De todo ello hablan personajes como éstos, y como otros que también despertarán más adelante, gracias al trabajo del grupo utrerano Guate Teatro, que incluso acompañan a los visitantes hasta subir al mirador que corona la torre del homenaje de esta fortaleza y que permite observar una preciosa panorámica del municipio. BAILE Y GIMNASIA. El paso por el castillo se completa estos días con el buen hacer de la academia de baile Rocío Palacios y del grupo gimnástico Akros, del colegio Sagrada Familia, que reciben la llegada de los grupos participantes. Pero, como dice el nombre de la actividad, los asistentes también tienen la oportunidad de descubrir una institución cinco veces centenaria como es el Hospital de la Santa Resurrección, conocida de forma popular por los utreranos como el Hospitalito. En ese edificio, residencia de los Ponce de León, es posible encontrarse con Catalina de Perea, quien lo fundó en 1514. Ella misma dicta su testamento al escribano Rodrigo del Arco, plasmando en él su expreso deseo de que una entidad como ésta continúe atendiendo tras su muerte a los más necesitados. Adentrarse en este histórico rincón de la localidad permite contemplar su preciosa capilla, así como el hermoso patio porticado o la sala de juntas donde la Fundación del Hospital rinde cuentas cada año a la Hermandad de la Resurrección, encargada de velar por el cumplimiento del testamento; y lo que hoy es el salón de actos, que albergó hace ya mucho tiempo las habitaciones de los enfermos. Aquellos que quieran ver cómo la historia de Utrera despierta ante sus ojos tienen la oportunidad de hacerlo nuevamente en la mañana del próximo sábado, 25 de octubre. Para ello sólo es necesario inscribirse previamente de forma gratuita en la Casa de la Cultura, al ser una actividad que organiza el Ayuntamiento. De esta forma, utreranos y visitantes podrán disfrutar de una ruta teatralizada en la que el tiempo se para y permite echar la vista varios siglos atrás y redescubrir algunos de los capítulos históricos más destacados de Utrera.

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