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Detectives, ballenas y robots celebran cumpleaños en la Casa de la Ciencia

El Museo celebró en dos meses 52 cumpleaños con más de 750 niños de entre 3 a 14 años

el 12 may 2014 / 23:35 h.

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Una tarta con velas y una merienda no puede faltar en cualquier cumpleaños, pero ¿en qué fiesta, además, los niños tienen que resolver el robo de una valiosa pieza de museo, se meten en el mundo marino gracias a Marino la Ballena, rastrean huellas o aprenden a programar robots? En los cumpleaños de la Casa de la Ciencia, en el pabellón de Perú de la avenida María Luisa. casa-cienciasLa empresa GDS desarrolla en la Casa de la Ciencia cumpleaños temáticos para niños y niñas de 3 a 14 años. En las dos horas que dura la celebración se desarrolla una actividad educativa de temática a elegir en torno a diferentes propuestas conforme a las edades de los participantes y sus propios intereses. El principal atractivo de estas celebraciones es que los pequeños participan como auténticos protagonistas sumergiéndose en el propio entorno museístico, jugando y aprendiendo a la vez. 52 fiestas de cumpleaños, con más de 750 niños en total, se han organizado ya en la Casa de la Ciencia en poco más de dos meses. La temática más popular es la de los Detectives, donde los niños (de 5 a 8 años) tendrán la tarea de resolver el robo de una valiosa pieza de la colección del Museo: una hermosa mariposa monarca. Durante el proceso tendrán que trabajar en equipo, observar y desarrollar la atención, desarrollar la memoria, asociar los distintos sucesos y analizar y deducir como verdaderos detectives. Muchos niños, al encontrar al culpable del robo, se meten tanto en la historia que van a contárselo a los guardas de seguridad. Mundo Marino está dirigida a niños algo más pequeños, de 4 a 6 años. De la mano de la mascota del museo, Marino la Ballena, los participantes se «meten en la piel» de sus animales marinos favoritos y aprenden las diferencias entre todos ellos con una divertida gymkhana por el museo. Los cetáceos parecen tan reales que algunos niños preguntan a los monitores si no se mueven porque están dormidos. Los cumpleañeros algo mayores se ponen en la piel de un naturalista –un rastreador que identifica los animales por sus huellas indirectas– con la actividad El mejor rastreador. Recorren el museo identificando huellas, simulaciones de excrementos, guaridas y el resto de pistas que los animales acumulan y dejan tras su paso. Finalmente, los amantes de la tecnología de 8 a 14 años disfrutan del taller Robótica, en la que se inician en la programación de robots a la vez que compiten por equipos. Según sus responsables de esta actividad, de la mano de los mindstorms de LEGO se inician a través de una divertida competición en el mundo de los robots y la programación. Y todo ello, con una merienda y una tarta con velas para rematar una educativa o original tarde de cumpleaños.

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