Conducía zigzagueando por la Ronda Urbana Norte cuando fue advertido por la Policía Local. Inició entonces una brusca huida que le llevó a circular a más de 160 kilómetros por hora. Su actuación acabó con el vehículo estrellado contra una fila de cuatro coches aparcados en los alrededores de la Glorieta de San Lázaro.
El suceso, que se produjo en madrugada del sábado, desembocó en la detención del individuo por parte de la Policía Local. Éste había llegado a circular con su vehículo a más de 160 kilómetros por hora por la Ronda Urbana Norte huyendo de una patrulla hasta colisionar violentamente contra cuatro vehículos estacionados en la vía pública.
El individuo circulaba con su vehículo de madrugada a toda velocidad y en zigzag por la Ronda Urbana Norte, llegando a rebasar por el carril de la derecha al vehículo policial cruzándose en su trayectoria con el consiguiente riesgo de colisión, según informó el Ayuntamiento.
Pese a los avisos de los agentes a través de los dispositivos acústicos y luminosos del coche patrulla, el conductor se dio a la fuga a más de 160 kilómetros por hora hasta la Glorieta de San Lázaro, en la que el sujeto perdió el control de su coche al esquivar a otro y colisionó contra cuatro vehículos estacionados en la calle Juventudes Musicales ocasionándoles graves daños.
Esta intervención policial coincide con la detección por parte de varios agentes de un conductor que realizó un trompo con su vehículo en la calle Japón, en el distrito de Sevilla Este, interceptando el coche e identificando a su piloto. El conductor del vehículo resultó ser un joven de 18 años de nacionalidad chilena que carece del permiso de conducir y de documentación que acreditara su identidad.
Detenido el sujeto, las diligencias fueron igualmente trasladadas a la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de la Policía Nacional al objeto de confirmar si su estancia en el país es irregular.
Estos sucesos se producen un día después de que otro accidente, en esta ocasión en la Avenida de la Constitución, provocase la interrupción del Metrocentro. El siniestro se produjo cuando una persona que supuestamente circulaba ebrio -la prueba de alcoholemia realizada poco después le dio una tasa de 0,84 miligramos de alcohol en sangre- irrumpió en la zona peatonal de madrugada y perdió el control del coche. A la altura del Archivo de Indias, se estampó contra uno de los semáforos que regulan el paso. El joven resultó herido, con la nariz rota y cortes en la cara y manos.
