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Día de los difuntos + IVA

Las familias empieza a escatimar en coronas de flores o esquelas y piden aplazar el pago del sepelio.

el 30 oct 2012 / 22:42 h.

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Noviembre es el mes en el que más sevillanos se acercan al cementerio de San Fernando, tanto en el Día de Todos los Santos como en el de los Difuntos.

El sector funerario afrenta este año el Día de los Difuntos con un panorama aún más oscuro de lo habitual: por si no fuera suficiente con la crisis, la subida del IVA del 8% al 21% en septiembre asesta la puntilla a un negocio que, aunque tiene mercado asegurado, ya no sabe dónde ajustar costes. Mientras las familias empiezan a rebajar el número de coronas de flores o pedirlas más baratas, a renunciar a la esquela e incluso a los taxis para el cementerio, las funerarias han comenzado a implantar el pago a plazos para facilitar un gasto que ronda los 3.000 euros de media. Y en ese precio, si el IVA del 8% suponía 240 euros, ahora al elevarse al 21% alcanza los 630. Por eso, quienes acuden sin seguro a encargar un entierro empiezan a solicitar que no se les cobre el IVA, según confirman fuentes del sector.

Con féretros desde unos 1.200 euros, coronas a partir de los 100 -sin extras, las de flores más vistosas pueden superar sin problema los 300 euros- y salas en los tanatorios a partir de 650, los familiares que afrontan esta situación sin tener seguro no tienen mucho margen para ahorrar. Aunque no es frecuente: la mayoría de los sevillanos ha pagado el sellito de los muertos y tiene contratado el servicio. Es así en más del 90% de casos que llegan a las pequeñas funerarias, que en Sevilla sólo son tres después de la reconversión del sector.

Quienen contratan desde cero el sepelio alcanzan el 40% en el tanatorio de la SE-30, gestionado por el grupo Mémora, una de las mayores compañías de pompas fúnebres, que tiene la concesión del servicio en todos los hospitales y por tanto es el primer lugar al que van los familiares al enfrentarse a una muerte si no tienen seguro.

En este 40%, tras cuatro años de crisis, la puntilla del IVA se nota: "Llevamos años financiando el pago a 12 meses sin intereses, pero antes quien lo solicitaba era testimonial y ahora puede rondar el 20% o el 30%. Incluso nos piden financiarlo a más largo plazo, que también lo hacemos, aunque ya con intereses", explica Fernando Pouso, responsable del Grupo Mémora en Andalucía.

La filosofía del grupo, ajustados al máximo los costes, pasa ahora por ofrecer "valor añadido" al mismo precio para afianzar la clientela: junto a coronas, esquelas, música en directo en los oficios religiosos o apoyo psicológico, el tanatorio ha comenzado a ofrecer servicios como el borrado de la identidad digital de los fallecidos. "La familia no cae en esas cosas, pero además de estar suscritos a periódicos y tener domiciliados los pagos, las personas tienen cuentas en redes sociales, y nosotros las localizamos y le entregamos a la familia un pendrive con los lugares en los que están alojados", explica Pouso. El tanatorio también ofrece convertir las cenizas del difunto en joyas -práctica muy de moda hace unos años que se ha desvaluado con la crisis- o lanzarlas desde el aire.

Las pequeñas funerarias quizá lo tengan más crudo: con un 95% de clientela derivada por las compañías de seguros, su única salida consiste en rebajar sus márgenes de beneficio para ser competitivos, a la espera de tiempos mejores. Lo explica José Manuel Mancera, de la funeraria Mancera, una de las tres que no ha sido absorbida por grandes empresas. "Ahora que empezamos a dar precios a las compañías de seguros, para que entren en vigor en enero, se nota mucho el aumento del IVA", se queja. Sus ganancias también son difíciles de arañar: "La familia puede pedirte que en vez de dos coronas, que es lo normal, pongas una; pero los precios son los que son y sólo el tanatorio te cuesta en la capital a partir de 650 euros", afirma.

Las floristerías se encuentran también entre las que más han notado el bajón: "Antes para pedirte una corona no te preguntaban el precio, pero ahora sí. Y cuando se lo dices te piden otra más económica", explica Susana Padilla, de la floristería Oriente. Las más habituales en estos tiempos austeros son las básicas de flores variadas, que rondan los 130 o 140 euros. Padilla resopla cuando se le pregunta cuándo fue la última vez que le encargaron una hecha completamente de rosas, que años atrás se solicitaba de vez en cuando y que ronda los 300 euros. "Las pedían sobre todo las empresas, pero ya no. De hecho, una firma que era cliente habitual aún nos debe una", lamenta. En estos días, para visitar el cementerio, los sevillanos también optan por lo barato: más que centros o jarrones de flores naturales, los ramilletes de flores artificiales, a 15 o 20 euros, serán los presentes más habituales en el camposanto.

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