-¿Qué la llevó a lanzarse a grabar un disco de flamenco?
-Lo hice por necesidad vital absoluta. Desde que saqué Camino verde decidí que tenía que volver al origen para ser original. Me había quedado bloqueada y sin ideas, y el flamenco para mí es la base de toda mi música. Cuando lo canto me siento en el estado más salvaje y más libre. Para mí era importantísimo ofrecerle a mi público otra verdad mía. Y era ésa. No quería sacar un disco por sacarlo. Flamenco reúne todos los cantes que hacía de pequeña y otros que soñaba con cantar, para los que la garganta no me respondía entonces. Ahora sí.
-Muchos asocian Diana Navarro a la copla. ¿De dónde le viene su afición por lo jondo?
-Mi primer uso de razón es escuchar a mi padre poniendo la cinta de Camarón de La leyenda del tiempo, de Lorca y Pachón. Ricardo Pachón fue un visionario._Me encantaría conocerlo para saber qué le llevó a hacer todo aquello en esa época. Teniendo esos artistas es normal que le vinieran esas ideas de fusión. Yo creo que de ahí me viene a mí el gusto por fusionar. En el inconsciente yo tenía eso. Escuchar a Farina, Marchena o Juanito Valderrama, que para mí es el cantaor más completo de la historia. Crecí con ellos, escuchando a mi padre y mi tío cantar flamenco en las reuniones familiares. El flamenco lo tenemos muy arraigado en la familia. Empecé a cantar flamenco antes que copla.
-Habla de fusión, pero el sonido de este disco es muy clásico. No sé si atreverme a llamarlo flamenco puro...
-Sí, puro, puro. Está hecho ortodoxamente, con dos flamencos de pro, Juan_Antonio Suárez Cano y Antonio Campos. La que no puede decir que sea flamenca soy yo, porque me da mucho respeto llamarme ahora cantaora. Yo soy aficionada y, si Dios quiere, podré ser una buena aficionada, pero eso lo deberá decir la gente.
-¿Se atreverá a quedarse en el flamenco? ¿Estamos ante el inicio de una nueva carrera?
-Me encantaría, pero me parece pretencioso. Lo deberá decir el público. Hay cantaores buenísimos. A mí me apasiona el flamenco y puedo tener facultades. Los temas que hay en el disco los hemos elegido para hacerlos bien.
-¿Ha escuchado ya opiniones del muno del flamenco? ¿Le da miedo lo que digan?
-Fui a examinarme a la Peña la Platería de Granada y allí me dieron matrícula de honor. Me sentí como una reina. No estaban contaminados por mi música anterior. Me dieron mucho apoyo. No creo que reciba críticas del mundo del flamenco, porque saben la admiración y el respeto que les tengo. Yo sólo presento mi verdad.
-Tras la copla y el flamenco, ¿se aleja definitivamente del estilo pop al que se han pasado otras compañeras suyas como Pastora Soler?
-Para el disco de los remixes queda un poco [risas]. Ahora vamos a hacer un álbum de zarzuela sinfónica y electrónica. A mí me encanta lo clásico. Ya está todo inventado. Si no te vas a la pureza no puedes ofrecer cosas de calidad. Pasa como con la moda, la gastronomía y cosas que son atemporales.
-¿Por qué eligió el Teatro Quintero para grabar el disco?
-Cada vez que he ido al programa de Jesús Quintero me he sentido en un sitio mágico y protegida. Quería esa estética en mi disco, un primer unplugged de flamenco en el que se viera que no había ni trampa ni cartón.
-¿Planea gira? ¿Se atreverá con festivales flamencos?
-En enero empezaremos la gira por teatros. Y me encantaría recorrer los festivales.
-¿Le gustaría estar en la Bienal de Sevilla?
-Me encantaría. De hecho creo que todavía estoy a tiempo. Lo tenía pendiente. Quiero llevar mi disco-DVD, que es el proyecto de lo que presentaría. Creo que es un espectáculo que puede estar en ese certamen, pero siempre y cuando no le vaya a quitar el puesto a un flamenco.
-¿Cree que encajaría?
-Sí. Mi disco es flamenco, flamenco. He vuelto a lo puro, a lo añejo, inspirándome en la Niña de los Peines, la Niña de la Puebla, Marchena,_Pepe Pinto...
-Su compañera Pastora Soler ha estado nominada en la categoría de flamenco a los Grammy Latino. ¿Qué le parece?
-En su último disco, que repasa sus 15 años de carrera, tiene una parte de flamenco. Imagino que será por eso. Quizá habría otros artistas que deberían estar ahí, pero como la valía de ella se lo merece, pues fantástico.
