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28/02/08
Yo voy/yo no voy. El pegadizo lema de los andalucistas da mucho juego. Viene al pelo en cualquier conversación. Un chiste fácil. Hoy, Julián Álvarez sumó a los kilómetros que lleva recorridos por carretera unas millas en barco. Quería ver el New Flame cerca, cerca, pero se topó con la pasma -británica, para más inri-. Al terminar la visita, se hizo el gallito. "Si hubiera decidido acercarme más al buque, no hubiera tenido ningún problema protagonizar un incidente diplomático" con el Peñón, advirtió. "Yo voy" a toda costa, debió pensar. Por la noche, acto en Jerez en unas elegantes bodegas. Parecía una boda. Los periodistas bromeábamos: "¿Qué vienes, de parte de Julián o de Pacheco?". Pero el alcalde rebelde le dio plantón. "Yo no voy". Eso seguro.
Nuevas incorporaciones. A la cuadrilla andalucista de Nachi, Tony Rodríguez y Jesús Cañete se han unido cuatro nuevas estrellas. Huellas, más bien. Son Eli, Isabel, Tatiana e Irene, que, enfundadas en unas huellas de cuerpo entero sirven de teloneras de Julián. Que alguien asesore a estos chicos, por favor.
Vuelta a la austeridad. Se acabó ir con los ricos. Se acabaron los almuerzos a 27 euros. Hoy he vuelto a la austeridad andalucista. Y a mucha honra. Después de mi experiencia con el PP, vengo a abriros los ojos. El PP es rico porque no se gasta un duro en los periodistas. Con CA comemos y cenamos gratis todos los días, por eso el partido no tiene dinero para la campaña. Las furgonetas con corriente eléctrica y las mochilas corporativas son para nosotros dos filetes de solomillo y un flan con piñones. Esa es la verdad. Es más, a partir del próximo miércoles ya no habrá dinero para el autobús. Recorreremos Andalucía a pie, así bajamos las calorías.
29/02/08
Far, far Almería. La caravana andalucista tiene canción oficial, monologuista oficial, incidentes internacionales y también tiene a Valentín. Como si de una embajada se tratara, en el interior de nuestro autobús no rige la legislación española. It's Valentin's rules, que dirían los americanos. Poner una película, es motivo de cárcel. Hay quien está en el corredor de la muerte por haberse puesto de pie a buscar la bolsa de 15 euros de golosinas que hemos comprado para nuestro viaje hasta Almería.
Algún compañero aprovecha para escribir sesenta razones por las que querer a su madre, (!!!!!que tierno!!!!) -porque es su cumpleaños, matiza Gorka Ruiz- mientras una compañera anuncia una depresión que comenzará en el mismo momento en que esta caravana acabe.
De París al cielo se me antoja un viaje más corto que de Sevilla a Almería. Ahora ya entiendo por qué Arenas tiene lumbago. Por ello nos hemos convertido en forajidos de la justicia y nos hemos arriesgado a poner una película pirata en Valentin's bus, Pequeña Mis Sunshine. Sinónimo: Caravana Yo voy. Por los desequilibrios mentales de los que aquí vamos. Por como bailamos, por la familia que somos. Además, estoy convencida de que el martes se rompe el claxon y para el jueves ya empezamos a empujar el bus cuesta abajo para arrancar. Subiremos de uno en uno para que Yo voy siga yendo.
01/03/08
El día de la marmota. Almería es más bonita de lo que imaginaba y está más lejos de lo que pensaba. Nuestro anfitrión -el compañero de Onda Cero y monologuista, José Luis- nos sirve de cicerone: tapas en un agradable velador e incursión en la noche almeriense. Hacemos lo que toca pero, sobre todo, descargamos la tensión electoral con unos bailes de Bisbal y nos hacemos fotos con los carteles de Javier por Almería, que están por todas partes. Suena el despertador. El Algarrobico nos espera. El autobús del Yo voy pone rumbo al parque natural de Cabo de Gata. El GPS está confuso. Nos tememos lo peor. Otra vez perdidos. A Valentín se le ocurre una salida: llamar a la Policía para que nos guíe. "Que aquí gobierna el PSOE, Valentín. A ver si la poli nos va a dar esquinazo", advertimos los periodistas. El intrépido conductor hace la llamada. "Vamos en un autobús. Nos veréis fácilmente. Tiene....., tiene......mucho colorido", no se atreve a admitir que trabaja para los andalucistas. La pareja de agentes nos conduce amablemente y sin dificultad a nuestro objetivo. Mujeres tenían que ser. Llegamos a la monstruosa construcción y, el mundo al revés, es el político el que espera impaciente a la prensa. "A ver con qué nos sorprenden hoy", nos preguntamos. Como Lluvia de estrellas, hoy Julián se convertirá en...maquinista!!!!El candidato no tiene reparos en subirse a una excavadora para denunciar el urbanismo salvaje. Él no teme a nada -me ha asegurado en una entrevista que le acabo de hacer-. La máquina tiene estampadas varias huellas. "Es que la empresa no quería que se viera su logo", nos explican. Otros que se desmarcan.
Vuelta a la capital. Después de comer nos enfrentamos al infierno de volver a Sevilla a paso de tortuga. Llevamos 3.000 kilómetros desde que empezó la campaña. Juro no volver a montarme en autobús hasta que puedan volar como en Regreso al futuro. Las próximas vacaciones las pasaré como muy lejos en mi barrio. En seis interminables horas da tiempo a casi todo: jugar unos bingos, ver Moulin Rouge, parodiar la caravana, contarnos nuestras vidas y las de la gente que conocemos... Casi a las once divisamos Los Arcos. Hacía tiempo que no me alegraba tanto de ver los atascos de mi ciudad. Como diría mi madre, las cosas se valoran cuando no se tienen.
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