Cultura

Dramaturgia redundante

La Decisión de John Lugar: Patio del CICUS. Compañía: Teatro del Noctámbulo. Autor: Mike Bartlett. Dirección: Denis Raf. Traducción y versión: Isabel Montesinos. Música: Jesús Amigo. Interpretación: José Vicente Moirón , Gabriel Moreno, Javier Magariño, Isabel Sánchez.

el 10 ago 2013 / 21:57 h.

Tradicionalmente el mes de agosto ha sido un páramo cultural en nuestra ciudad, aunque por fortuna gracias a algunas iniciativas públicas los sevillanos que, como dice la canción nos vemos obligados “a quedarnos en Sevilla hasta el final”, podemos paliar la falta de vacaciones con una buena gama de actos culturales. Entre ellos nos encontramos con una curiosa programación teatral al aire libre promovida por el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS), que nos ofrece la oportunidad de acceder a montajes teatrales como esta propuesta a cargo de la compañía extremeña Teatro del Noctámbulo que, a pesar de su veteranía, no ha tenido demasiadas oportunidades de mostrar su trabajo en nuestra tierra. La obra parte de la adaptación de la obra de  Cock, un exitoso texto de Mike Bartlett que gira en torno a una singular decisión, de ahí el título de esta versión. Dicha decisión trata sobr una ruptura de pareja a causa de un radical cambio de tendencia sexual. Pero al contrario de lo que cabría esperar, no se trata de un heterosexual que pretende salir del armario, sino de todo lo contrario, esto es, un hombre maduro que lleva años manteniendo una relación homosexual declarada que se enamora de una joven y bella mujer. Así, la obra comienza con un divertido guiño que da rienda suelta a la ironía y consigue dotar a la historia de una cierta dimensión cómica, a pesar de su trasfondo dramático. Porque, en realidad, de lo que de verdad trata esta obra es de las relaciones de poder que se entablan en las relaciones de pareja y de la tiranía que puede llegar a ejercer una persona débil sobre un alma cándida y libre, independientemente de su tendencia sexual. Claro que esto es algo que sólo percibimos al final del relato ya que el autor se empeñado en otorgar frescura y agilidad a los diálogos, se entretiene demasiado en describir la situación y se olvida de profundizar en la psicología de los personajes. En ese sentido cabe destacar la valentía de la puesta en escena, que renuncia a todo elemento formal para dirigir el foco hacia el texto y su interpretación obligando a los intérpretes a prescindir de cualquier apoyo escénico, salvo el de su propia expresión corporal y la espléndida composición marcada por el director: Denis Raf, quien demuestra auténtico dominio del ritmo escénico. Lástima que el reparto sea un tanto desigual y que la duración resulte un tanto excesiva, teniendo en cuenta que la dramaturgia resulta un tanto redundante en algunos momentos.

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