El nacionalista catalán y candidato de CiU Josep Antoni Duran Lleida ha inflamado la campaña electoral con sus afirmaciones contra los agricultores andaluces, de los que aseguró que "reciben un PER para pasar la jornada en el bar". Recurrir a la ofensa a los andaluces desde el nacionalismo catalán se ha convertido ya en casi una norma y ayer todos los dirigentes políticos, metidos de lleno en plena precampaña, lo censuraron con dureza.
El presidente del PSOE y número uno en la lista del PSOE de Cádiz, Manuel Chaves, aseguró que el planteamiento ideológico de Duran Lleida es "propio de la derecha" y lo calificó de "elitista, clasista y en cierto punto xenófobo". El socialista Alfonso Guerra, que lidera la lista en Sevilla, lamentó que "un señor que vive en el Palace de Madrid considere derroche 400 euros para un agricultor". "En vez de echar maestros, que se recorten las 80 embajadas sin función que hay y cambio camas hospitalarias por las tres televisiones autonómicas, y las ayudas a discapacitados por lo que se gastan en publicidad", sentenció Guerra. También las candidatas y ministras Trinidad Jiménez y Rosa Aguilar pidieron "respeto" y exigieron "disculpas" al diputada catalán.
Con el actual subsidio agrario, antiguo PER, los agricultores -sobre todo andaluces y extremeños- tienen derecho durante no más de medio año (seis meses) a cobrar un 75% del salario mínimo (unos 330 euros). Para ello deben cotizar en un seguro específico 70 euros y acreditar que han trabajado un mínimo de 35 peonadas (se rebajaron a 20 por las lluvias del pasado invierno). No más de 150.000 andaluces han cobrado esta renta en los últimos meses y el coste del programa para el Estado no excede los 140 millones de euros.
Duran puntualizó en su blog que critica a los gobiernos de Andalucía y Extremadura y no a sus ciudadanos. "No comparto en absoluto el principio de las sociedades subsidiadas", escribió y lamentó que encima haya "fraude", porque los beneficiarios realicen otros trabajos en la economía sumergida. Detrás de sus declaraciones se sitúa la pelea de CiU por otro modelo fiscal pero también la caída libre de los nacionalistas tras el polémico plan de ajustes de la Generalitat. Según los sondeos, el recorte de sueldos a los médicos, el cierre de quirófanos o el bloqueo de las subvenciones a residencias castigará a CiU el 20-N.
Duran Lleida mostró su enfado con la consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro: "Hay una consejera andaluza que nos chulea y nos dice: mientras los catalanes cierran asilos yo inauguro nuevas residencias. ¿Y con qué dinero?".
Ayer Navarro dudó de que el nacionalista "haya visto en su vida un campesino de cerca porque si no sabría que si hay alguien que trabaja duro son las personas del campo en Andalucía". Apuntó: "Jamás he tenido una actitud chulesca con nadie", si bien "no voy a pedir perdón porque en Andalucía sigamos desarrollando la Ley de Dependencia".
