Si se volviera a empezar de cero el desarrollo del avión militar A400M, que tiene en Sevilla su centro de montaje, las cosas no se harían igual. El presidente de EADS-CASA asumió ayer que "no es realista" asumir un programa de su magnitud -valorado en 20.000 millones y con 192 encargos- tal y como se ha hecho. Aun así, indicó que no se producirán nuevas demoras.
Con contundencia y claridad. El presidente de EADS-CASA, Carlos Suárez, reconocía ayer que, desde los inicios del programa de avión militar A400M -que se mostró por primera vez a la prensa nacional e internacional en la planta de ensamblaje de Sevilla- se ha incurrido en una suma de errores que han propiciado el retraso de seis meses en la entrega del primer aparato y a los que se suma la posibilidad de otro medio año más de demora, ya contemplado por la compañía.
"No es realista asumir un proyecto de esta magnitud en un solo contrato, a precio fijo y cubriendo en una sola fase el desarrollo y la producción en serie" de la aeronave. Suárez, responsable de la división de transporte militar de EADS, calificó de "error" el hecho de que la industria europea asumiera "totalmente" los riesgos en el desarrollo de este nuevo avión. Y es que los retrasos tendrán un impacto de 1.400 millones de euros en las cuentas del consorcio europeo que, no obstante, vendió los aparatos a las siete naciones que participan en el programa, entre las que se encuentra España, a un precio fijo.
Ahondó en que tampoco fue una idea acertada el diseñar y producir el motor de forma paralela a la aeronave -y es que los motores, que fueron los que escogieron los clientes, han concentrado buena parte de los dolores de cabeza del consorcio- y se preguntó si el calendario marcado inicialmente era "realista".
No obstante, y pese a los obstáculos encontrados en el camino, Suárez precisó que el A400M surcará el cielo sevillano este verano y anunció que la presentación en sociedad del aparato que está llamado a renovar la flota de las fuerzas aéreas de todo el mundo tendrá lugar el próximo 26 de junio.
De esta manera, confió en no tener que añadir más demora a los seis meses ya acumulados para la primera entrega a las Fuerzas Aéreas francesas, prevista para el primer semestre de 2010, ya que además la compañía asume la posibilidad de otros seis meses de cara a este hito. Y es que ahora se ha iniciado otra fase importante del programa, los ensayos y pruebas, que concluirán con la certificación del avión para poder volar.
Mientras tanto, el primer A400M, denominado MSN 001, ha concluido ya la fase de ensamblaje de piezas y se encuentra en un hangar anexo -en la imagen-, donde está siendo sometido a distintas pruebas de los sistemas que incorpora: eléctricos, hidráulicos, etcétera, lo que técnicamente se conoce como estación 35.
Aquí permanecerá 16 días para luego pasar otras pruebas (de combustible, presurización y radiación) ya en el exterior de la planta de ensamblaje, durante ocho días más. Será entonces cuando se integrarán en el avión los motores y las hélices (a mediados de mayo, sobre el calendario), para volver otras dos o tres semanas a someterse a ensayos, proceso que se alargará hasta julio, aseguró el director de la factoría, Alberto Castrillo. Y, después de una mano de pintura, sólo le quedará volar.
Y el segundo se encuentra en la zona de montaje, con el objetivo de estar listo a finales de este año.
El reto fundamental sigue siendo en los motores. El primer conjunto, con el que volará el A400M, ya está en Sevilla, si bien se espera una versión definitiva para principios de 2009.
