Cultura

Eduardo Mendicutti: "No entiendo la idea de la cultura gratis"

el 08 abr 2011 / 11:10 h.

Soldados japoneses siguen recuperando cuerpos de entre las ruinas tras el terremoto del 11 de marzo.

Con motivo de la presentación de su nuevo libro Mae West y yo el escritor respondió este martes todas las preguntas de los lectores de elcorreoweb.

Eduardo Mendicutti nació en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) en 1948. Se
trasladó a Madrid, donde obtuvo el título de periodismo y donde vive desde
entonces. Ganador de premios como el Café Gijón y Sésamo, ha publicado más de
once obras, todas ellas con gran éxito de crítica y de público, que han sido
traducidas a diversos idiomas. Dos de sus novelas, El palomo cojo y Los novios
búlgaros
, han inspirado sendas películas homónimas dirigidas, respectivamente, por
Jaime de Armiñán y Eloy de la Iglesia. En 2002, su novela El ángel descuidado ganó el
Premio Andalucía de la Crítica.

Eduardo, ¿es muy difícil vivir de la escritura? ¿Tú lo has conseguido?

Yo nunca lo he intentado, no me quejo, tengo un trabajo convencional pero lo mantengo, no tanto por cuestiones económicas sino para mantener contacto con otra cosa que no sea sólo la literatura. De la novela se puede vivir y sobre todo se puede vivir de todo lo que rodea a ella: conferencias, jurados de premios literarios, cursos, etc.

¿Por qué no escribe teatro? Sus voces narrativas son estupendas para teatro o para guiones de cine. Gracias.

Siempre he tenido el complejo de no dominar lo que se llama la carpintería teatral. Tampoco he querido nunca, no ya escribir guiones sino ni siquiera colaborar con los guionistas de las películas basadas en novelas mías. Creo que cada oficio tiene su técnica y yo prefiero trabajar con la técnica que creo que conozco.

Me encanta que aborde la homosexualidad en sus libros con tanta naturalidad. Ojalá la sociedad la asumiera de la misma forma, aunque vamos avanzando, ¿no? Pero cuando escucho eso de fulanito ha salido del armario me pongo...

Yo creo, que por fortuna las cosas han cambiado mucho en este país en relación con la homosexualidad. Es verdad que queda mucho por hacer y que a veces parece que hemos cambiado más de lo que en realidad lo hemos hecho. Intento contribuir a que la homosexualidad sea un aspecto natural de la condición humana.

Hace años que una fundación, creo que se llama Teodora, lleva la risoterapia a los hospitales para ponerle algo de buena cara al dolor. Y su libro, aunque no lo he leído aún, creo que va sobre eso. Qué importante es la risa aun en los tiempos más adversos, ¿verdad?

El humor me parece un instrumento maravilloso para enfrentarnos a nosotros mismos, en lo bueno y en lo malo, y para hacer frente a las adversidades. El humor es muchas veces una forma de coraje, y de coraje pudoroso y compasivo. Si todos tuviéramos un poco más de sentido del humor, el mundo sería mucho mejor.

Cuando se ve ante el espejo, ¿se ríe de sí mismo? ¿es eso sano contra los que se creen el centro del mundo?

Mirarse en el espejo es ya una experiencia traumática a mis años, pero es bueno reírse desde primera hora de la mañana. Más importante es incluso encontrar el lado humorístico de lo que vemos cuando uno se mira por dentro.

Sea sincero, ¿qué premio literario no está dado o medio dado de antemano? ¿Por qué no hay un auténtico fair play al respecto, por criterios de venta únicamente?

Depende de los premios. Creo que es inevitable en estos momentos que los grandes premios editoriales aseguren a los editores un rendimiento comercial y por tanto los negocien de antemano. Lo único lamentable de ésto es que haya personas que se presenten creyendo que pueden tener verdaderas oportunidades de ganar, pero es verdad que hay otros premios que no están dados de antemano.

¿Qué clásico le habría gustado firmar y por qué?

El Lazarillo de Tormes. Me parece un prodigio de picardía, de sensatez y de humanidad, con todo lo bueno y lo malo que tiene la condición humana.

¿Puede decirme cuáles son sus rutinas de trabajo como escritor, y también sus manías? Sé que es algo íntimo, pero tengo interés. Gracias.

Escribo por las tardes, dedico tres horas como máximo a hacerlo, lo hago todos los días excepto los sábados y no le doy a nadie a leer lo que escribo hasta que lo mando a la editorial. Cuando no estoy escribiendo una novela, soy mucho más anárquico y sólo atiendo las peticiones de colaboración en periódicos y revistas.

Le sigo desde hace tiempo, ¿cómo se ve Mendicutti a sí mismo?Ahora mismo, mayor.

Intento ser honrado conmigo mismo. Lamento ser en ocasiones arbitrario. Estoy orgulloso de mis amigos y un poco avergonzado de no acertar a corresponderles como se merecen y procuro no sufrir más de lo estrictamente necesario.

Aunque sea un tema recurrente, mójese, por favor, ¿qué piensa usted de la piratería? ¿es internet el presente o el futuro?

Creo que la piratería es inaceptable. No entiendo la idea de la cultura gratis, salvo que todo fuera gratis y no existiera la propiedad privada. Sin embargo, sí me parece que se pueden buscar fórmulas que respeten los intereses de los creadores, lectores, oyentes y devotos de la cultura. El futuro incluirá sin duda muchas más oportunidades para quienes crean cultura y para quienes la disfrutan, pero los creadores tienen derecho a que se respete el valor de sus obras.

¿Crees que la calidad sólo debe estar reservada a un escaso número de intelectuales?

La calidad admite muchas variantes, no todo lo exquisito y elitista es de calidad, y no todo lo que está al alcance de la mayoría, lo está sacrificando la calidad. Creo que la aspiración de todo verdadero escritor es no renunciar a la calidad y contar con muchos lectores y cómplices.

¿Qué porcentaje de ficción y de documentación histórica hay en sus novelas?

Todas mis novelas tienen un fondo autobiográfico, lo cual no quiere decir que sean literalmente autobiográficas. Los argumentos y su desarrollo son casi por completo ficción, y como esa ficción se desarrolla en un tiempo y lugar determinado, procuro asegurarme de que los datos que aparecen corresponden a la verdad. Si en alguno me equivoco, mi editor en la editorial se encarga de llamarme la atención. Al final todo lo contrastamos.

¿Es verdad que cada autor solo se lleva el 10% del valor de cada libro vendido?

Y tanto. Es una de esas injusticias que todos comprendemos cuando el productor de algo es quien menos se beneficia del producto. También en la literatura el intermediario, es decir, el distribuidor es el que se lleva el mayor beneficio. Pero a lo mejor con las nuevas tecnologías, que tienden a eliminar a los intermediarios, el beneficio del autor aumente.

¿Tiene opinión formada sobre los nuevos libros electrónicos?

Cualquier formato me parece bueno como soporte de la creación pero estoy seguro de que convivirá con el formato tradicional en papel, y espero que los catálogos de libros electrónicos tengan la calidad y la exigencia que tienen muchos catálogos editoriales.

¿Qué cree más importante, la literatura o la promoción?

Lo más importante obviamente es la literatura. La promoción es parte imprescindible de la industria editorial, pero no son pocos los casos en los que una obra sin apenas promoción ha acabado teniendo multitud de lectores. Como escritor confío sobre todo en que cada lector encuentre en cada uno de mis libros algo gratificante, reconfortante, enriquecedor y, ¿por qué no? Entretenido.

 

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