Educación aprobó en abril una orden que fue muy bien acogida en las escuelas: Los profesores enfermos tendrían prioridad para obtener un traslado si su dolencia justificaba el cambio de colegio o localidad. Pero las solicitudes han desbordado las vacantes y la Junta ha tenido que recordar que este derecho se limita a los casos muy graves. Ocho de cada diez peticiones se han denegado.
La Consejería de Educación resolvió ayer las últimas solicitudes de comisiones de servicio para el próximo curso, esto es, las peticiones que hacen los maestros para ser trasladados a otro colegio, a otra ciudad, a otra provincia o a una especialidad distinta.
Son traslados que dependen de las plazas vacantes y que deben justificarse por razones de salud propia, porque un familiar esté enfermo, para los interinos, para los que están en prácticas, para los provisionales, para los funcionarios cuya plaza desaparece porque su especialidad la estudian muy pocos... La Junta ha recibido miles de solicitudes de traslados de distintas categorías y globalmente ha admitido el 42%.
Pero a Educación se le han atragantado los traslados para profesores enfermos -una categoría que se estrenaba este año- . Para el cuerpo de maestros, ocho de cada diez peticiones por problemas de salud propia se han denegado. El 18% ha salido adelante. Los sindicatos mayoritarios CC.OO y UGT aseguran que de 1.298 solicitudes presentadas, Educación sólo ha concedido 227. Además, CC.OO critica que no les hayan explicado las razones concretas de todas esas peticiones denegadas y acusan a la Junta de haber tomado la decisión de forma "absolutamente arbitraria".
El director general de Recursos Humanos, Manuel Alcaide, explicó ayer que han sido "escrupulosos" con la normativa, y la normativa especifica que el profesor con problemas de salud "deberá acreditar ante la Administración educativa la existencia de una enfermedad propia que le impida o dificulte gravemente llevar a cabo su labor docente en su puesto o lugar de destino".
No todas las solicitudes respondían a ese perfil, según Alcaide, no todas eran tan graves. "Si la documentación médica que nos entregan no responde a los requisitos de gravedad, se podrían estar hurtando vacantes a otros profesores que también necesitan un traslado", asegura el director general.
Las vacantes hay que repartirlas entre los profesores que las piden, cada uno por una razón distinta. Pero existe un orden de prioridad para optar a una plaza libre y no todas las razones tienen el mismo peso. Sonia Gaya, de UGT, reconoce que existe una "picaresca" en este proceso, porque las solicitudes de traslados "van en aumento", y eso "perjudica a quien realmente lo necesita".
José Fernández, de CC.OO, cree que la consejería no ha revisado los expedientes médicos que presentaron los docentes en sus delegaciones provinciales y que sólo ha admitido las solicitudes para las que tenía vacantes. "Aunque no haya vacantes, tendrían que sobredotar los centros.
Si no le conceden el traslado a un docente enfermo se irá a su médico a pedir la baja. Educación sabe que está fomentando el absentismo", dice Fernández. CC.OO quiere ahora "inundar" la Administración con reclamaciones por todas las solicitudes denegadas y está dispuesta a "llegar a los tribunales" en los casos en que la consejería haya eludido el informe de la inspección médica que recomendaba un traslado.
