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Educación ofrece a los profesores adelantar el curso al 10 de septiembre

Educación propuso ayer otra fecha de inicio del curso escolar: 10 de septiembre. El profesorado se rebeló contra el adelanto de las clases del 15 al 7 de septiembre, alegando que no les daría tiempo a organizar el curso. La Junta ha cedido en 3 días, esperando no dañar el objetivo del plan.

el 15 sep 2009 / 22:04 h.

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Educación propuso ayer otra fecha de inicio del curso escolar: 10 de septiembre. El profesorado se rebeló contra el adelanto de las clases del 15 al 7 de septiembre, alegando que no les daría tiempo a organizar el curso. La Junta ha cedido en 3 días, esperando no dañar el objetivo del plan: conciliar el trabajo de los padres con la jornada escolar de sus hijos.

Los cinco sindicatos mayoritarios de la enseñanza -CCOO, UGT, ANPE, CSI y SADI- hicieron ayer una barrera para impedir que el decreto que modificará el calendario escolar vigente siga adelante. La Consejería de Educación estuvo reunida con ellos durante cinco horas, y casi al término de la negociación ofreció una nueva fecha: los más pequeños -Infantil, Primaria y Educación Especial- empezarían el 10 de septiembre; ESO, Bachillerato, FP y el resto de enseñanzas, el 15. La consejería aceptó volver a retrasar el inicio del curso tres días para dar más tiempo a los maestros a organizar las clases, pero la propuesta se presentó a modo de ultimátum. O al menos así lo entendieron los cinco sindicatos. Si los profesores no dan el visto bueno antes de 72 horas, la Junta regresará a su propuesta inicial. Ningún sindicato echó las campanas al vuelo. Todos han decidido meditar antes de decidir si se muestran conformes o si retoman las movilizaciones.

La Ley Orgánica de Educación (LOE), aprobada en 2006, establece "un mínimo de 175 días lectivos para las enseñanzas obligatorias". Esto ha obligado a casi todas las comunidades autónomas a adaptar el calendario escolar de cara al próximo curso. En algunas, las clases empiezan el 8 de septiembre, en otras el 9, el 10 y hasta el 15 de septiembre. Andalucía era de las que más tarde empezaba. Como máximo, todas deben haber terminado el curso lectivo el 30 de junio.

A partir de la normativa estatal, Educación trató, en un principio, de ampliar el calendario escolar con cinco días lectivos más al año en Infantil, Primaria y Educación Especial. Con esa ampliación del curso, la Junta pretendía alcanzar dos objetivos: uno era buscar el éxito escolar con más horas de clase. El otro consistía en conciliar la vida laboral y la familiar, y para ello se ganaban los cinco días en el arranque del curso, logrando que los padres y los hijos empezaran su jornada casi a la par, una vez terminadas las vacaciones.

De ahí surgió la propuesta, incluida en un primer borrador, de adelantar las clases una semana, y empezar el curso, en vez del 15 de septiembre, el día 7. De ese modo, 800.000 alumnos andaluces de Infantil y Primaria pasaban de 175 a 180 días lectivos al año, y se convertían en los estudiantes con la jornada escolar más larga del país. La propuesta pilló por sorpresa al profesorado andaluz, que se enrocó en un rechazo unánime con visos de acabar en una huelga del sector. Después de varias reuniones maratonianas con los sindicatos, la propuesta inicial de la consejería empezó a torcerse ayer. Ahora, empezando el 10 de septiembre, los chavales ya no alcanzarán los 180 días lectivos al año, que quería la Junta, sino 178. Las asociaciones de padres de alumnos habían dado el visto bueno a la primera propuesta, y criticado al profesorado por mostrarse reacios.

Jornada continua. El otro punto que se ha tratado en la negociación es la eliminación de la obligatoriedad de abrir los colegios dos tardes a la semana, consolidando así, por decreto, la jornada continua del profesorado. Ahora más del 90% de los centros escolares andaluces tiene implantada la jornada continua por la mañana. Apenas hay horarios partidos de mañana y tarde. Sin embargo, esa situación estaba a expensas de las decisiones del consejo escolar. Si los padres votaban por unanimidad que preferían una jornada partida para sus hijos, los profesores debían aceptarlo. La consejería ha aceptado blindar el horario continuo, y también diferenciará mejor la jornada lectiva de la no lectiva, permitiendo que los colegios que lo deseen abran sus puertas a partir del 1 de septiembre para actividades extraescolares.

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