La Agencia de Protección Ambiental de EEUU ha cambiado de opinión y ahora sí considera nocivos para la salud humana los gases de efecto invernadero, particularmente el dióxido de carbono (CO2).
Esta decisión supone un cambio político en el país norteamericano respecto al cambio climático ya que la EPA equivale a lo que en España sería el ministerio de Medio Ambiente. Así, la nueva administración Obama cambia de forma radical las directrices del ex presidente George W. Bush, que siempre puso en duda la conveniencia de hacer algo respecto a las emisiones de dióxido de carbono.
Las nuevas directrices de la citada agencia norteamericana obligará a las autoridades del país a tomar las medidas oportunas para poner freno a las elevadas emisiones que se producen en la actualidad y que provocan el calentamiento global del planeta.
Joe Mendelson, uno de los responsables de la National Wildlife Federation, una organización de protección de la naturaleza, explicó ayer que "la decisión de la EPA es histórica y cambia la percepción política sobre el clima, lo cual tendrá repercusiones en EEUU y en todo el mundo". La EPA especificó en su comunicado que "los gases de efecto invernadero en la atmósfera ponen en peligro la salud pública y el bienestar común y de las futuras generaciones y son la causa del aumento de las temperaturas".
