Manolo, como lo llamaban familiares y amigos, estuvo en la barriada malagueña de El Palo hace dos días para visitar a su mujer y a su pequeño de seis años. Después volvió al País Vasco, el destino que solicitó hace dos meses para obtener carácter preferente y así regresar, cuanto antes, a la Comandancia de Málaga.
Y es que en esta ciudad vivió su niñez y tenía a todos sus seres queridos. La última víctima de ETA, Juan Manuel Piñuel Villalón, nació hace 41 años en Melilla aunque sólo residió en ella hasta los ocho años. Entonces su padre, militar de profesión destinado en el desierto del Sáhara durante la dictadura de Franco, fue trasladado a Andalucía una vez Marruecos ocupó el desierto tras la muerte del general.
Así, apenas tenía vínculos con la ciudad autónoma, en la que todavía habitan una tía política y su hijo.
Ya en 1997, y con 30 años de edad, Piñuel decidió continuar con la tradición familiar e ingresó en el Instituto Armado con la sexta nota más alta de los más de 900 aspirantes que realizaron el examen de oposición. Antes de recalar en Legutiano (Álava), estuvo destinado en la Comandancia de Zaragoza Rural y en la localidad valenciana de Llombai.
Cuando el agente fallecido se casó, su mujer se quedó en Málaga viviendo con sus padres "hasta que él pudiera volver y poder comprarse una casa", ha explicado un familiar de la viuda. "Él venía a visitar a su esposa y a su hijo cada vez que tenía unos días de permiso, de hecho hace nada que pasó aquí unos días", añadió este allegado.
Otra vecina aseguró que "en muchas ocasiones, su mujer me había comentado que el sueldo de Manolo no le daba para meterse en una hipoteca y que estaba deseando que le destinará aquí".
Este fue el motivo por el que Piñuel pidió una plaza en el País Vasco, en la que estaba en activo desde hace apenas dos meses.
La esposa del agente, a la que avisaron sobre las cuatro de la madrugada del suceso, y otros familiares fueron recogidos a primera hora de la mañana del miércoles en un microbús para ser trasladados al aeropuerto de Málaga y viajar después a Vitoria. Iban acompañados por un grupo de psicólogos especializados en estos casos. Uno de estos parientes, Julián Calderón, cuñado de Juan Manuel, recordó que "sobre todo era buena persona, deportista, le gustaba su trabajo y esta muy contento con su nuevo destino y lamentablemente lo han matado".
Segunda muerte. Juan Manuel es la primera víctima de la banda terrorista en esta legislatura pero la segunda en lo que va de año. Y es que un pistolero de ETA ya derribó a tiros el pasado 7 de marzo al ex concejal socialista Isaías Carrasco en la localidad guipuzcoana de Mondragón.
