Sólo tienen un mes de vida. Fueron rescatados de sus nidos cuando aún estaban en el huevo porque corrían el peligro de caerse de ellos. Una gallina fue su madre adoptiva, y ahora, comparten el nido con otra cría que sufrió maltrato. Son los dos nuevos pollos que han nacido en el centro de cría de Sevilla.
Ya les queda poco para marcharse. En unas semanas echarán el vuelo y no volverán a ver a un humano. Pero en su primer mes de vida han estado arropados por los científicos del Centro de Cría del Águila Imperial de Sevilla. Ellos han sido sus padres adoptivos y le han salvado de una muerte segura: la caída del huevo de su nido, una de las formas más comunes de desaparición de esta especie, única en el mundo y endémica de España, donde hay unas 240 parejas.
Con ellos ya van siete las crías nacidas en este centro de Sevilla que, desde el año 2006 trabaja por evitar la extinción de esta especie única en el mundo. "Y lo ha conseguido". La confirmación que la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, realizó ayer en una visita a las instalaciones del centro, en el que la consejería ha invertido 360.000 euros, estaba respaldada por los datos: en sólo unos años han conseguido que la población del águila imperial en Andalucía pase de 28 parejas a 55, un "récord histórico". En este centro ya hay 19 ejemplares.
Observan a las águilas de Doñana y Sierra Morena, detectan situaciones de peligro para las crías -maltrato familiar, electrocución, caídas, enfermedades, etc.-, las rescatan y, durante su primer mes de vida las cuidan. Si aún están en el huevo, una gallina hace las veces de madre adoptiva durante el traslado.
Una vez son capaces de volar solas, les dejan en libertad."A los 75 días aún se sentirán vinculados al centro, pero unos pocos días más y serán completamente libres", explicaba Agustín Medero, director del programa de conservación y apoyo a la cría de águila que se se está desarrollando. Como recuerdo del centro, en cuya gestión también participa la Fundación Migres, "además de estar vivos", se llevan una pulsera con un dispositivo que permitirá su seguimiento. Y así vuelta a empezar. Ya se han reintroducido en el medio natural a tres crías y éstas ya están formando sus parejas.
Precisamente el apareamiento es otro de los aspectos más destacados de este centro. Con 6 parejas en su stock reproductivo, en poco tiempo -cuando maduren los ejemplares-, el centro dará un importante paso en la reproducción en cautiverio del águila imperial. "Tenemos un parque y allí dejábamos a los ejemplares para que se socializaran y fueran creando sus parejas", explicaba José Luis Alcaide, responsable del centro.
Y aún hay más. Este complejo, ubicado en San Jerónimo, cuenta además con otros siete ejemplares: dos de ellos, aún están en la adolescencia; los otros cinco participan en el programa de "reproducción asistida". En jaulas individuales establecen una relación con el cuidador: "se ven como iguales a nosotros y nos ven como sus parejas", explicaba el director del programa. Aunque aún no han llegado a la etapa reproductiva, cuando lo hagan, se les podrá realizar una reproducción asistida, un proyecto que, como explicaba Agustín: "permitirá, junto a otras actuaciones, que el águila recupere su imperio".
