Las tres escuetas negaciones del alcalde de Sevilla ayer dejaron en evidencia lo que el entorno del regidor empieza a apuntar: el desenlace de la crisis abierta con el anuncio de José Antonio Griñán de que Alfredo Sánchez Monteseirín no repetiría en 2011 se puede alargar si no hay acuerdo con el partido: “No hay una decisión tomada, no sé si agotaré el mandato y no tengo prevista ninguna reunión para negociar mi futuro”. Tras el congreso, el partido ha marcado nuevos plazos y horizontes. Y lo primero es resolver el nombre del nuevo secretario de Organización que tomará el relevo de Susana Díaz –puesto para el que se barajan principalmente los nombres de Javier Fernández y de José Manuel Girela–, una decisión que previsiblemente no se podrá formalizar hasta la próxima semana ante la falta de margen para convocar un comité provincial, como quiere la dirección del partido, pese a no ser obligatorio si el relevo es de la Ejecutiva.
Después, todo queda a la espera de la crisis del Gobierno andaluz y la formalización del candidato. El alcalde sólo aguarda ya un gesto del PSOE que no llega: ni ha habido reuniones, al menos no formalmente, ni un cambio de posiciones de las direcciones provincial, regional y federal, como ya reflejó el lunes el propio Griñán, con un discurso cada vez más vehemente al referirse al futuro del regidor.
Y no habrá cesiones ni se trazará la “salida digna” que reclama el entorno del regidor si no se cumplen las exigencias del partido en cuanto a los tiempos. Los plazos empiezan a alargarse y si hace sólo unos días se planteaba la Semana Santa como punto de inflexión, dirigentes socialistas van incluso más allá: después de la Feria. No sólo por una posible reflexión del regidor, sino por “un malestar existente en el partido por los movimientos de algunos dirigentes”, según fuentes socialistas.
Tras el alcalde puede haber algunos cambios de gobierno y modificaciones en algunos puestos que dirigentes socialistas señalan con insistencia al referirse al futuro: los tres que no tienen cargos del partido, como el vicepresidente de la Agrupación de Interés Económico, Manuel Marchena; el director gerente de Giralda TV, Antonio Silva, o el presidente de la Agencia de Promoción Exterior, Alfonso Seoane. Todo esto, eso sí, una vez que el regidor haya formalizado su salida y se haya hecho con las riendas la presidenta del Pleno, delegada de Fiestas Mayores y la siguiente en la lista, Rosamar Prieto-Castro.
Si hasta el congreso el sector crítico aún confiaba en que había margen de maniobra, esta cita ha reforzado la línea ya trazada por el propio José Antonio Griñán en las declaraciones realizadas durante los últimos días: la Ejecutiva tiene las riendas de todo el proceso. Y nunca ha estado tan reforzada en la dirección regional como en este momento, con Susana Díaz como número tres.
No sólo el alcalde y toda la Corporación municipal están a la espera de estos movimientos, también el consejero de Vivienda, Juan Espadas, cuyo nombre se ha puesto sobre la mesa como el futuro candidato del PSOE y que ha visto cómo su figura se relanzaba en los últimos días. Primero con su inclusión como presidente del congreso provincial extraordinario y después con su incorporación a la Ejecutiva Regional del partido. Ayer, volvió a mostrar una extrema cautela: “Mi respuesta es clara y nítida. Tengo un respeto absoluto por el alcalde y su equipo, que se dejan la piel por la ciudad, y por los órganos del PSOE que tienen que decidir”.
