A Carmen, Manoli y Adamina se les empaña la vista nada más subirse al tren que su hermano soñó hace más de nueve años y al que, desde Madrid, lo tildaban de loco. "¿Un tren para el Aljarafe?", le preguntaban con incredulidad cada vez que cogía el AVE para aporrear la puerta del Ministerio de Fomento. El ex alcalde de Sanlúcar la Mayor Juan Escámez, que falleció hace apenas 14 meses, fue el primer pasajero -o al menos el más recordado- del Cercanías del Aljarafe, ese sueño que ha sido inaugurado en loor de multitudes y que este lunes entra en servicio para conectar ocho pueblos de la comarca con la capital hispalense.
"Es muy injusto que después de tantos años de lucha no haya podido estar", lamentaba Adamina, que cogió al tren en la estación de Sanlúcar la Mayor, la más concurrida de las seis recién estrenadas y que llevará el nombre de su hermano. El malogrado regidor se llevó el gran aplauso cuando fue mencionado en el discurso del ministro de Fomento, José Blanco, que asistió a la inauguración con una pompa institucional encabezada también por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán; los presidentes de Renfe y ADIF, Teófilo Serrano y Antonio González; y los alcaldes.
Más allá de la puesta de largo de la línea C-5 no se habló ni del billete único ni de la hipotética ampliación del servicio hasta Aznalcázar o Pilas, el nuevo caballo de batalla del Aljarafe. El discurso prestablecido por el ministro solo daba para un anuncio y sin posibilidad de preguntas de los periodistas allí desplazados: el Cercanías que unirá Santa Justa con la Isla de la Cartuja estará en febrero de 2012.
"Ya sabemos que la palabra del ministro se cumple", dijo, en alusión a que ya adelantó, en su visita a Sanlúcar la Mayor en junio de 2010, que la C-5 entraría en servicio antes de las elecciones municipales de 2011. Con esa nueva promesa, que completaría el anillo ferroviario de la capital hispalense, la red estaría a disposición "de la mitad de la población" de la provincia, es decir, "un millón de personas".
En cuanto a la nueva línea, aseguró que permitirá eliminar medio millón de vehículos al año de los conexiones por carretera entre el Aljarafe y la capital hispalense, en especial en la saturada autopista Sevilla-Huelva (A-49).
El presidente de la Junta de Andalucía se agarró, por su parte, a los beneficios para el medio ambiente que traerá el Cercanías del Aljarafe -supondrá un ahorro de 1.200 toneladas de CO2 al año- y a la apuesta por la intermodalidad "y ampliar las alternativas en el uso del transporte público". En ese sentido, emplazó a los alcaldes a que conciencien a sus convecinos para que usen el ferrocarril. La petición fue recogida por los regidores, que no obstante precisaron que para ello será necesaria la integración de los medios de transporte a través del billete único, una promesa aparcada año tras año por la falta de acuerdo entre las administraciones.
El presidente no dejó pasar la ocasión para ensalzar la apuesta del Gobierno de la Nación por el ferrocarril y, de paso, enumerar todas las estaciones de tren inauguradas meses antes de la cita con las urnas: desde la ampliación de la C-1 (Lora del Río-Santa Justa-Utrera) a Lebrija hasta el nuevo apeadero en El Cáñamo (La Rinconada).
Sus palabras, al igual que las del ministro, fueron pronunciadas a pocos metros de la estación de Benacazón y después de completar el trayecto completo de la C-5. El tren partió a las 9.52 horas de Santa Justa plagado de autoridades e hizo parada en las seis estaciones para ir recogiendo uno a uno a todos los alcaldes. Cada estación tuvo su historia: en Camas, una treintena de vecinos agasajaron a la comitiva y hasta le hicieron un pasillo nada más llegar. Todo lo contrario pasó en la de Santiponce-Valencina de la Concepción donde, quizá por lo lejano del apeadero, apenas hubo gente, aunque sí se pudo apreciar que se habían culminado los accesos y hasta un carril bici. Minutos después, y tras la fotografía de rigor, llegaron a Salteras, donde varios vecinos reprocharon al ministro que no les dejara visitar las instalaciones y, aunque se les permitió finalmente, optaron por no hacerlo y abuchear al convoy.
En la estación de Villanueva del Ariscal-Olivares se aprendió la lección y los vecinos pudieron estar a pie de andén y comprobar cómo el ferrocarril regresaba a su terminal, que data del siglo XIX al igual que la de Sanlúcar la Mayor, donde se llegaron a presentar algo más de un centenar de curiosos.
El Cercanías del Aljarafe nace así tras años de reivindicaciones para atender a una población de 80.000 personas, entre los que se cuentan los habitantes de Albaida del Aljarafe pese a que no tiene parada. Con una inversión de más de 60 millones, tendrá su gran prueba de fuego este lunes a partir de las 6.15 horas, cuando salga de Benacazón el primero de los 41 trenes previstos, que recorrerán los 32,6 kilómetros hasta Sevilla, donde harán parada, además de en Santa Justa, en San Bernardo y Virgen del Rocío.
