El monitor que debía hacerse responsable de los alumnos que viajaban en el autobús escolar del que una niña salió despedida este martes, cuando hacía su ruta, no estaba presente ni había notificado su ausencia a la empresa encargada del servicio. El delegado provincial de Educación, Jaime Mougan, confirmó ayer este extremo, al tiempo que apuntó que la empresa no tenía constancia de la ausencia de la persona que debía acompañar a los alumnos por ser obligatorio para menores de 16 años.
Por ello, adelantó que una vez que se esclarezcan los hechos y la Guardia Civil termine el atestado, se tomarán las medidas de depuración de las responsabilidades pertinentes. El delegado provincial también subrayó que el vehículo “en principio” reunía “todos los requisitos de seguridad” y no tenía ningún fallo técnico. En este sentido, explicó que su departamento verificó que el monitor sí había participado en el viaje de recogida de los alumnos, aunque no habría avisado a la empresa de que no iba a cubrir el trayecto de vuelta. “La empresa no recibió una petición de sustitución por lo que los niños iban sin monitor y era obligatorio”, indicó el delegado provincial.
La menor, de 15 años, está ingresada en la UCI del hospital Reina Sofía de Córdoba y permanece “estable”. Sufrió lesiones graves en la cabeza cuando salió despedida al abrirse la puerta trasera en el momento en que el vehículo tomaba una curva. Ocurrió en el punto kilométrico 11 de la carretera A-8325, en el término municipal de Lucena (Córdoba) a las 15.37 horas.
En el lugar hay una curva a la izquierda de 90 grados en cuesta abajo. La Guardia Civil marcó con un aerosol el lugar exacto del siniestro, en plena curva de la carretera, uno de cuyos arcenes, al que cayó, es de tierra, mientras que en el otro hay un carril bici. Justo antes de la curva hay un cartel que prohíbe circular a más de 40 kilómetros por hora, otro que avisa de ésta y un tercero que informa del peligro de que haya peatones por el cercano paso de cebras y del carril bici que atraviesan la ruta.
Este autobús escolar cubre diariamente una ruta que tiene como origen y destino Badolatosa, donde está el instituto al que traslada a los alumnos para ir a clase desde las pedanías de Corcoya, de unos 400 vecinos y de donde es la niña, y Jauja, esta última en la provincia de Córdoba.
Por su parte, en declaraciones a los periodistas, el consejero de Educación, José Álvarez de la Chica, mostró su deseo de que la niña se recupere “cuanto antes” y pueda estar de vuelta “muy pronto” en su instituto.
JUEGO DE NIÑOS. El primer teniente de alcalde de Badolatosa, Juan Manuel Robles, manifestó ayer a la agencia Efe que pudo deberse a un “juego de niños”, es decir que los compañeros habrían manipulado el mecanismo de la puerta, lo que provocó que se abriera. Los compañeros de clase de la menor reunieron ayer, aunque ni éstos ni la dirección del IES quisieron hablar del tema.
