Cultura

El Ayuntamiento rehabilitará 26 años después la lámpara del Teatro Lope de Vega

La última intervención se acometió en 1988 y fue sufragada por la empresa Sevillana Endesa.

el 18 ago 2014 / 12:05 h.

EL CORREO La enorme lámpara del Teatro Lope de Vega será restaurada por el Ayuntamiento. / David Estrada El Ayuntamiento de Sevilla está decidido a poner a punto el Teatro Lope de Vega en este mandato municipal, que termina en mayo de 2015.Tras acometer el pasado año una primera fase de la rehabilitación del espacio escénico, que obligó a acortar la pasada temporada para poder ejecutar las obras de mejora que continuarán este verano, elInstituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) está ultimando una de las operaciones más esperadas por este edificio. La delegada municipal de Cultura, María del Mar Sánchez Estrella, avanzó a este periódico que el Consistorio está negociando con la compañía eléctrica Endesa para que ésta se encargue de la restauración de la gran lámpara que corona el teatro municipal, y que lleva casi tres décadas, desde 1988, sin haber sido sometida a ninguna intervención. «Es un elemento muy significativo del Lope de Vega y queremos revisarlo para que siga funcionando a la perfección», detalló Sánchez Estrella. La última rehabilitación a la que fue sometida fue llevada a cabo por la entonces conocida como Sevillana de Electricidad, en el año 1988. La lámpara del Coliseo, de más de 3.000 kilos de peso y 12.000 watios de potencia, pende de su cúpula, si bien no se trata de un elemento originario del Pabellón de Sevilla de la Exposición Iberoamericana de 1929, sino que perteneció al antiguo cine-teatro Coliseo. Esta estructura, de bronce y cristal de murano y bohemia, posee una altura de cerca de cinco metros y cuenta con 192 puntos de luz, 156 exteriores y 36 interiores. Con candelabros de hasta cinco brazos, y tallas de pájaros, leones, peces, cornisas y embellecedores, esta lámpara de araña integra 1.250 piezas, la mayoría originales, aunque algunas tuvieron que ser reconstruidas y encargadas en Italia durante la últimas restauración realizada. El Pabellón de Sevilla (Casino y Lope de Vega) carecía de una lámpara de esta categoría, ya que la de madera que en su día se le colocó fue destruida por un incendio. La reconversión del Coliseo, inaugurado en 1931, en sucursal bancaria permitió que su lámpara pasara desmontada a ser propiedad municipal. La Sevillana empleó tres meses en su rehabilitación e invirtió siete millones de pesetas de la época (42.000 euros). Todo el proceso se realizó con miras a su puesta a punto de cara a la Exposición Universal de 1992. Una vez terminado su arreglo, el acto de colocación consistió en el izado de la lámpara mientras se encendía. Desde entonces, este majestuoso elemento no ha bajado del techo del teatro. Al margen de este arreglo, la delegada aseguró que cuando termine este mandato el Lope de Vega contará además con aire acondicionado en todas sus dependencias y otras mejoras que quedaban pendientes, ya que, en su opinión, «se ha tenido poco atendido por los gobiernos anteriores el mantenimiento del recinto». Estas obras se unen a la batería de mejoras previstas para este verano, presupuestadas en cerca de 100.000 euros. Las reformas se centrarán en el cambio de la moqueta, en nuevos proyectores de iluminación, las luminarias del sótano y del recibidor, nuevos proyectores para led así como contratos de mantenimiento para prevención de riesgos laborales y sistemas de seguridad. «El Lope de Vega es uno de los pulmones culturales más importantes de nuestra ciudad y tenemos que cuidarlo», dijo recientemente la concejal de Cultura. Al margen de las intervenciones en el Lope de Vega,Sánchez Estrella adelantó que ha solicitado para los presupuestos del año 2015 financiación suficiente para poder terminar la rehabilitación de la cúpula del Casino de la Exposición, que se quedó a medias en la última intervención. La cúpula del gran salón del Casino luce a medias desde junio de 2011. El presupuesto municipal destinado para su restauración se acabó, por lo que sólo se pudieron ejecutar obras de urgencia para la impermeabilización de la techumbre y acabar con las filtraciones de agua que habían deteriorado el edificio en los últimos años. Por ese motivo, los azulejos de cerámica y jarrones que decoraban tanto la azotea intermedia que rodea el tambor de la cúpula como dicho tambor se encuentran actualmente apilados a la espera de una futura restauración. Un asunto que está pendiente de resolverse desde el final del pasado mandato municipal.

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