Cultura

El Ballet Flamenco se estrena en el Central con Rafaela Carrasco al frente

La compañía pública de danza presenta su homenaje al concurso de cante jondo de 1922 que elevó la categoría de esta disciplina artística de la mano de intelectuales y figuras del momento.

el 18 feb 2014 / 21:27 h.

ballet flamencoEl Ballet Flamenco de Andalucía, la compañía de danza de la Junta, estrena hoy en el Teatro Central el espectáculo En la Memoria del Cante. 1922, para el que su directora, la coreógrafa Rafaela Carrasco, se ha inspirado en el concurso de cante de aquel año en el Patio de los Aljibes de la Alhambra de Granada. Aquel certamen, arropado por numerosos artistas e intelectuales, supuso una inflexión a la hora de considerar el flamenco como un arte mayor, dejando atrás la visión que se tenía de esta disciplina, asociada a fiestas privadas de señoritos. El montaje llega a la capital hispalense tras su estreno en Córdoba, el 17 de enero, y permanecerá en cartel hasta el domingo, contando ya con casi el 70% de las entradas ya vendidas. Luego pasará por Jerez, el resto de provincias andaluzas,Madrid y Francia. De momento no hay más fechas para Sevilla, a pesar de que este año se celebra la Bienal, que normalmente suele acoger las producciones de la compañía pública andaluza. La obra, con un cuerpo de baile de ocho bailarines, cuatro músicos, y escenografía de Gloria Montesinos, rememora a grandes cantaores de la historia del flamenco y, a la vez, ensalzar la labor de las grandes personalidades de la cultura que promovieron aquella cita, como Manuel de Falla, Ignacio de Zuloaga y un joven Federico García Lorca. La iniciativa contó, además, con el respaldo de intelectuales como Joaquín Turina, José María Rodríguez Acosta, Juan Ramón Jiménez, Pérez de Ayala, Santiago Rusiñol, Oscar Plá o Fernando de los Ríos, entre muchos otros que suscribieron un manifiesto al respecto. Con este trabajo la creadora Rafaela Carrasco recuerda esos días de junio de 1922, poniendo música al evento, bailándolo y poniéndolo en escena con una visión de más de 90 años de distancia, así como homenajear a aquellos artistas que dejaron su legado artístico: la soleá de El Tenazas, la seguiriya de Manuel Torre, la toná de Caracol, la rondeña de Ramón Montoya, la saeta de La Niña de los Peines, la zambra de Graná, la cantiña de La Macarrona, la granaína de Chacón, la música de Falla; y Federico García Lorca y sus poemas del cante jondo, obra que, aunque no se publica hasta 1931, fue leída por el poeta poco antes del concurso en el hotel Alhambra. Rafaela Carrasco apuesta para este proyecto por unos bailarines con una preparación técnica muy completa, la mayoría andaluces, escogidos a través de unas pruebas de selección públicas. «Pretendo que este proyecto sirva como plataforma donde mostrar a estos nuevos artistas emergentes pertenecientes a una generación muy preparada y con un potencial enorme», afirmó la coreógrafa. La formación ha quedado compuesta por la propia Carrasco y Ana Morales como solistas femeninas y David Coria y Hugo López en hombres, sustituido en las actuaciones en Sevilla por Daniel Navarro. Como músicos en vivo el espectáculo cuenta con los cantaores Miguel Ortega y Antonio Campos y las guitarras de Juan Antonio Suárez Cano y Jesús Torres. La locución de algunas partes de la obra será del actor Francisco Suárez, también director escénico y responsable varios años del Festival de Teatro Clásico de Mérida. En cuanto al vestuario, el pintor costumbrista Ignacio Zuloaga, firmante del manifiesto de 1922, deja su influencia de color en los trajes diseñados por Manuel Blanco y Antonio Belmonte, y Santiago Rusiñol cede toques impresionistas y simbolistas. La escenografía también ha trasladado formas y colores de Zuloaga a proyecciones de vídeo que representan los decorados que el pintor realizó en 1922 para en concurso en la Plaza de los Aljibes del Generalife. Es una escenografía en trama, abstracta, no realista, de inspiración natural, con un escenario similar al de entonces, pero móvil, que da cohesión al espectáculo.

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