En 1910, Luis Lerdo de Tejada propuso esta zona de Sevilla para construir una Ciudad Jardín, una pequeña Inglaterra de la época. Un año después, el Marqués de Nervión donó a la ciudad dos solares para construir la cárcel de la Ranilla y el Matadero. Cien años después, el viejo Nervión (el centro geográfico de Sevilla y el segundo en materia comercial) tiene más de 16.000 habitantes, muchas historias y muchas caras.
Ayer, en el centro cívico de la Buhaira, se dieron cita algunas de ellas para premiar la trayectoria de vecinos sobresalientes: Adoración Montes Clavijo, Maruja Gómez y el exalcalde del PA Luis Uruñuela. Fue el primer acto de las actividades previstas para celebrar el centenario de un barrio, en el antiguo Cortijo del Maestre Escuela, en el que es "un privilegio vivir", según la bailaora Maruja Gómez.
"La evolución ha sido enorme. El barrio -subraya la homenajeada- vivió una transformación fabulosa. Yo ya venía de pequeña a la clínica Virgen de los Reyes, donde mi padre era enfermero. Hace muchos años. Y ahora no le falta nada. Los que vivimos aquí somos unos privilegiados".
Así opinaban ayer muchos de los vecinos que abarrotaron el centro cívico y que aplaudieron el premio que la delegada del distrito Nervión, Cristina Galán, entregó al primer alcalde democrático de Sevilla. "Buen alcalde y mejor persona", se gritó desde el público en pleno aplauso.
De la presidenta de la Hermandad Virgen de Valvanera, Adoración Montes, los piropos subrayaban su sencillez y su disposición a ayudar al próximo "sin más".
Antonio Ojeda, coordinador de la plataforma ciudadana creada para celebrar el centenario de Nervión, aseguró que hasta octubre habrá actos para recordar el pasado y el futuro de esta zona de la ciudad, considerada hace cien años la más saludable de Sevilla porque al estar en un terreno elevado, estaba a salvo de inundaciones y contaba con un aire de mejor calidad.
Aunque el programa de actos es extenso, los responsables de la iniciativa del centenario se mostraron abiertos a "nuevas ideas, logística, voluntarios y financiación", lo que provocó las risas del público. Y es que la crisis impide que actos como éste no tengan "ni la cervecita del final". Pese a la limitación presupuestaria, los responsables de la conmemoración remarcaron que el objetivo es "hacer más barrio". Algo que lograron ayer.
Empresarios de Nervión, vecinos, representantes de hermandades, de San Juan de Dios... muchos fueron los presentes, aunque también se echaron en falta a otros líderes vecinales de la zona.
Lo más comentado, sin duda, fueron las ventajas de Nervión. "Se ha revalorizado mucho por la cantidad de empresas y comercios que le han dado tanta vida", afirma uno de sus vecinos, Julio Soler. Quizás sólo haya un asignatura pendiente: la pérdida de identidad. Nervión tiene Metro y AVE, tiene grandes avenidas, pero poco queda ya del barrio diseñado por Aníbal González. Las tradicionales casas con jardín están cayendo día a día, dando paso a bloques de pisos despersonalizados. Y eso que la crisis frenó esta moda.
Aníbal González concibió un barrio entorno a la Gran Plaza. En 1916 se redactó su plan de urbanización y cinco años más tarde se constituyó la Inmobiliaria Nervión, que motivó que el padre de la arquitectura regionalista abandonase el proyecto. Y es que los herederos del propietario cambiaron su idea original y promovieron en uno de los cuadrados insertos en el cortijo la llamada Ciudad Jardín de la Esperanza. Desde entonces, los conflictos entre el Ayuntamiento y la inmobiliaria fueron numerosos, lo que se saldó con problemas de inversión y mantenimiento. Mientras que en los años 20 y 30 del pasado siglo predominó la construcción de chalets, en los 60 llegó la hora de los grandes bloques, como las torres de la Gran Plaza, y en los 80 se impusieron los hoteles, centros comerciales y oficinas.
