Economía

El BCE opta por contener los precios y no rebaja los tipos

El Banco Central Europeo (BCE) optó nuevamente ayer por la prudencia y decidió mantener los tipos de interés al 4% por octavo mes consecutivo. La presión de la inflación, por un lado, y de la crisis de liquidez, por otro, hacen prever que la situación no se quedará así.

el 14 sep 2009 / 23:49 h.

El Banco Central Europeo (BCE) optó nuevamente ayer por la prudencia y decidió mantener los tipos de interés al 4% por octavo mes consecutivo. La presión de la inflación, por un lado, y de la crisis de liquidez, por otro, hacen prever que la situación no se quedará así. De hecho, Trichet adelantó que contempla un recorte pronto.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, destacó ayer que existe una "inusual elevada incertidumbre" sobre el crecimiento económico, lo que significa que la entidad contempla la posibilidad de recortar pronto los tipos de interés. Previamente, el consejo de gobierno del BCE decidió por unanimidad mantener el precio del dinero para los países del euro en el 4% por octavo mes consecutivo.

A diferencia de la entidad europea, el Banco de Inglaterra recortó las tasas en 25 puntos básicos, hasta el 5,25%, debido a la caída de los precios de la vivienda en el cuarto trimestre del año pasado.

Tras la reunión celebrada en Fráncfort, Trichet explicó que el máximo órgano ejecutivo de la entidad monetaria no discutió ni una subida ni una bajada de los tipos de interés, aunque en las reuniones de diciembre y enero, algunos miembros del consejo de gobierno del BCE eran partidarios de aumentar las tasas.

El BCE recortó los tipos de interés por última vez en junio de 2003, cuando los bajó en 50 puntos básicos hasta el 2% y posteriormente mantuvo ese nivel hasta diciembre de 2005. Después de que el presidente del BCE dejara la puerta abierta a una reducción de las tasas, el euro perdió posiciones frente al dólar con fuerza y cayó hasta el mínimo del día en 1,4480 dólares.

La moneda única había ganado hasta ahora terreno frente al billete verde por las expectativas de que se iba a reducir el diferencial de los tipos entre EEUU y la Zona Euro, a favor de esta última. "Ya que se mantiene la nueva apreciación de riesgos en los mercados financieros, existe una inusual elevada incertidumbre sobre su impacto sobre la economía real", dijo Trichet.

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) respaldó la decisión tomada ayer por el BCE y alertó sobre la situación de la inflación en la Zona Euro. "Al tiempo que hay una desaceleración del crecimiento, ha sorprendido el alza de la inflación", señaló ayer el portavoz del Fondo Monetario Internacional (FMI), Masood Ahmed.

Ahmed recordó la subida al 3,2% de la inflación interanual en la Eurozona en enero, la tasa más alta desde que este índice comenzó a elaborarse en enero de 1997. En noviembre y diciembre había sido del 3,1%. Además, afirmó que el mercado laboral europeo está "ajustado", lo que genera presión para que suban los salarios. Por ello, señaló que la institución considera "apropiada" la decisión del banco central de mantener sin cambios las tasas de interés "por ahora".

Sin embargo, la decisión del BCE no sentó bien en los parqués europeos, pese a que era una medida esperada, y las bolsas acabaron la jornada con pérdidas significativas. El Íbex 35 contuvo mejor que el resto esta nueva ola pesimista, aunque cerró con un descenso del 1,13%. Los bancos fueron los más castigados ayer en la bolsa española. Entre el resto de parqués del continente, Londres fue el que salió más perjudicado, con una caída del 2,34%, Algo menor fueron los retrocesos de Milán (-1,86%), París (-1,82%) y Fráncfort (-1,7%). Wall Street, aunque siguió la estela de números rojos durante la sesión, consiguió repuntar y el Dow Jones subió un 0,38%, tras una sesión muy volátil.

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