Treinta y cuatro puntos, trece puestos y varios años luz en nivel futbolístico saca el Barcelona, todopoderoso e invencible líder de la Liga, al Betis. La máquina azulgrana no tiene rivales, sino víctimas, y sus números aterrorizan casi tanto como sus estrellas, pero nadie niega a los verdiblancos el derecho al milagro. El año pasado ya se produjo uno.
El peor equipo local de la Liga, oséase el Betis, recibe hoy al conjunto que mejor ataca y mejor defiende, el que marca más goles y encaja menos, el que lleva más victorias consecutivas y más jornadas sin perder, el que practica el fútbol más brillante y el que tiene al mejor futbolista del mundo, al goleador de la Liga y al MVP de la Eurocopa.
Esta maravilla que no deja nada para los demás es el Barcelona y por supuesto es el líder, pero el año pasado ya cayó en Heliópolis después de ir 0-2 en el minuto 15, así que los milagros existen y a eso se aferran los verdiblancos para soñar con una hazaña que esta temporada sólo ha logrado el Numancia... en la primera jornada. A eso y a sus propias cualidades, porque el Betis viene de ganar el derbi y viene de fichar a Oliveira, con lo que ambas circunstancias suponen de ganancia en moral y recursos futbolísticos.
El milagro, de todas formas, se antoja complicado, casi inverosímil. Puede que el equipo verdiblanco ya no esté hundido en el socavón que le llevó a empalmar cuatro derrotas consecutivas, que ahora incluso parezca en racha tras vencer al Sevilla y que el Barça apenas lo haya derrotado una vez en Heliópolis en lo que va de siglo, pero ningún argumento parece de peso ante lo que se le viene encima esta noche.
En la portería, el meta menos batido de Primera: Valdés ha encajado 16 goles y sólo dos veces ha recibido más de uno en el mismo partido (del propio Betis en el Camp Nou y de Osasuna en Pamplona). En defensa, un lateral llamado Dani Alves que es el quinto goleador del equipo (3 dianas). En el centro, un tal Xavi que fue nombrado mejor jugador de la Eurocopa. En una banda, Henry: 12 goles lo contemplan. Delante, Eto'o, pichichi de la Liga. Y en todas partes, Messi, el futbolista más desequilibrante del mundo.
Victimismo o ilusión. Para los béticos que elijan la opción del victimismo, ahí van más datos. El Barcelona lleva diez victorias consecutivas, ha ganado 19 de sus 20 últimos partidos ligueros, suma nueve triunfos seguidos fuera de casa y sólo se ha dejado por el camino siete de los 66 puntos jugados.
Además, marca tres goles por jornada (68 en total), ha visto portería en todos los partidos menos el de Soria y en doce jornadas ha obtenido tres o más goles. Entre Eto'o (21) y Messi (16) llevan ocho tantos más que todo el Betis (29), que además sólo ha ganado dos partidos en casa, el último hace ya tres meses (3-1 al Racing el 16 de noviembre). Por no hablar de las bajas de Nelson, Arzu y Damiá, aunque al menos contará con Juanito, Fernando Vega e incluso Mark González.
Para los béticos que elijan la opción de la ilusión también hay datos, como la gran remontada del año pasado, el regreso de Oliveira o la baja de Puyol y la duda de Márquez en las filas enemigas. El primero de los ilusionados es Paco Chaparro, que sueña con apuntarse una gesta que sólo el humilde Numancia ha alcanzado esta temporada. Cómo lo hará es un misterio.
Hay dos dudas: en el medio, Juande o Rivera; y en la izquierda, Mark para coartar un poco a Alves o Monzón para tapar al brasileño. Al míster le encantaría que el Betis tuviese el balón porque así no lo tendría el Barça, pero también piensa en el repliegue y el contragolpe porque con Oliveira se lo puede permitir. Y a soñar, que no cuesta nada.
