El Betis nunca jamás ha podido con el Recreativo en Huelva, nunca jamás pudo con Pablo Alfaro cuando era el central del Sevilla y casi nunca jamás puede librarse de que sus principales delanteros sean víctimas de graves lesiones. Hoy, en el Nuevo Colombino, se enfrenta de nuevo a estos tres fantasmas de su historia, así que debe ir a contracorriente de sí mismo y sobreponerse a tantas pequeñas desgracias si quiere que la ilusión que despertaron su estreno liguero y el episodio copero no se apague al primer soplido. Si quiere, en definitiva, continuar siendo el líder de la Segunda División. La segunda prueba de la temporada, la primera fuera de casa, aguarda al Betis de Pepe Mel en una ciudad amiga aunque maldita, ante un entrenador amigo aunque maldito, sin Jorge Molina y con muchos, muchos canteranos en la lista.
Hay siete chavales de la casa en la expedición que ayer se montó en un autobús y cogió la A-49 hasta Huelva. Es una buena muestra de la transformación de este Betis. También lo es de las carencias de su plantilla, desprovista de un tercio de su nómina profesional por culpa de las lesiones estivales. Arzu, Roversio, Juande, Odonkor, Jonathan Pereira... Ninguno estuvo en el debut liguero, ninguno estará en Huelva y los únicos a los que Mel espera a corto plazo son Roversio y Juande. Y en ese nutrido grupo también se encuentra desde el miércoles por la noche el encargado de marcar los goles. Jorge Molina tiene dañada la rodilla derecha y el Betis se queda sin la mitad de sus delanteros. Tendrá que sobrevivir con la otra mitad, léase Rubén Castro, durante más de un mes.
El canario contará esta tarde con la escolta de Emana. La continuidad del camerunés ha sido un palo muy importante para la economía del club, pero su presencia representa un importante alivio para la ofensiva verdiblanca, hambrienta de elementos determinantes tras el golpetazo de Moratón a Jorge Molina. El problema para Mel es que Emana no encaja en su sistema porque el africano, en su humilde opinión, no es ariete. No significa tal apreciación que no vaya a jugar, pero sí que el Betis no saldrá con dos delanteros mientras Jorge Molina esté en la enfermería. El hola a Emana supone al adiós a su 4-4-2. En Huelva, a no ser que se invente algo especialmente heterodoxo, el conjunto heliopolitano recuperará el 4-2-3-1.
Hay otra duda: ¿volverá a ser titular Beñat? Debería, desde luego, pero Mel ya advirtió ayer que "con los niños" hay que ir poco a poco. O el chaval o Iriney es la incógnita. O a lo mejor juegan ambos, si Salva Sevilla no está recuperado al 100% de su contusión en una rodilla. El almeriense e Isidoro, algo cargado tras disputar íntegros los dos primeros encuentros, son las dudas de Mel, que está en la ciudad de la ría con diecinueve hombres, entre ellos el portugués Miguel Lopes, recién llegado pero apto para jugar. No están ni Juanma, también sobrecargado, ni Rodri, que sabe desde hace tiempo que tendrá muy poco protagonismo.
EX BÉTICOS Y EX SEVILLISTAS. Al Betis le aguarda el Recre de Pablo Alfaro, Juan Merino y Dani. No ha comenzado bien el equipo que ahora dirigen el antiguo central del Sevilla y el antiguo defensa del Betis. Perdió en Elche y fue eliminado de la Copa por la Ponferradina, así que también necesita ganar para no empezar a deprimirse antes de la cuenta. El decano está como el Betis pero con tres puntos menos y fuera de la Copa: sufre hasta seis bajas (Kepa, Aarón, Raúl Camara, Poli, Rafita y Fidel) y ha acudido al filial para completar su lista.
