El encuentro de Cartagena es una final mayúscula para el Real Betis de Víctor Fernández, instalado en la séptima plaza de la clasificación y a 8 puntos del ansiado ascenso a la máxima categoría.
Y, aunque sólo sea una curiosidad maquiavélica, se celebrará a finales del mes de febrero y en la jornada 26. En Segunda División, esa cita del calendario ha sido decisiva para definir objetivos.
En 1993 fue despedido D'Alessandro tras perder en Palamós, en 1994 repitió el rito Sergio Kresic tras firmar una tarde infame en el Salto del Caballo de Toledo y, en 2001, Manuel Ruiz de Lopera cuestionaba de manera pública a Fernando Vázquez después de que sus discípulos cedieran una derrota ante el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón.
Y en el capítulo positivo, en esa jornada esquivó Felipe Mesones, en marzo de 1992, su cese merced a un triunfo agónico en Heliópolis ante el Compostela.
La jornada 26 ha sido, aunque sólo sea por coincidencia, clave en la singladura reciente del Real Betis por Segunda División. En la última experiencia, en la 2000-01, los pupilos de Fernando Vázquez rendían visita, instalados en la segunda plaza y tras firmar tablas en el Ruiz de Lopera ante el Badajoz (1-1), al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón.
El duelo fue calificado de final en el seno de un plantel conjurado para sellar la victoria en un Manzanares con el cartel de no hay billetes en las taquillas desde 72 horas antes de su celebración.
El cuadro verdiblanco perdió (2-1) y el propio Lopera cuestionó ante los medios al gallego. Apenas un mes después fue destituido tras claudicar en el Francisco de la Hera con el Extremadura (1-0) y precipitarse a la quinta plaza. Al final hubo ascenso en Jaén con el mítico Del Sol en el banquillo.
Desde aquel día hubo una revolución en el conjunto de La Palmera y el 17 de junio se celebró el retorno a la categoría de oro del fútbol nacional (0-2).
Si ha habido una campaña mágica en el curriculum reciente del Betis en Segunda ha sido la 1993-94, en la que, con Serra Ferrer en el banquillo, el cuadro hispalense firmó una inmaculada recta final de temporada. Y el punto de inflexión, casualmente, ocurrió en la jornada 26.
Era el 27 de febrero de 1994 y el equipo, entonces quinto, se medía en el Salto del Caballo al Toledo. La derrota (2-0) precipitó la destitución de Sergio Kresic y originó la contratación de Serra, el hombre clave del milagro y que aterrizó en Sevilla el 28-F.
Con él en la dirección, el Betis encadenó 10 triunfos y 2 empates en 12 citas ligueras. Si el día de su estreno, -el 6 de marzo ante el Athletic B-, la diferencia con el tercero era de 4 puntos, cuando la Liga expiró la renta sobre el cuatro era también de 4, pero en este caso en positivo.
Tampoco fue capaz de esquivar el peligro de la jornada 26 D'Alessandro, despedido después de ceder, el 14 de marzo de 1993, a domicilio una derrota inesperada en Palamós (2-0). Su sustituto, Esnaola, no pudo ascender, pero sí mejorar los números del bloque, que concluyó la competición en la quinta plaza y después de sumar 7 triunfos, 1 empate y 4 derrotas en las 12 últimas comparecencias de Liga.
En el capítulo positivo, Felipe Mesones afrontaba en la 26 de la 91-92, con el conjunto de La Palmera quinto en Segunda, un encuentro vital en el Villamarín ante el Compostela. Sus pupilos habían cedido en el anterior compromiso una dolorosa derrota en Vallecas ante el Rayo (3-0) y el argentino había recibido un ultimátum.
Grussmann y Bilek, en el 88' y el 94', otorgaron el triunfo a los locales, que concluyeron el año en la cuarta plaza y disputaron una eliminatoria ante el Deportivo de infausto recuerdo. En Cartagena se celebra la jornada 26. ¿Clave?
