Si la experiencia es un grado, el Betis lo tendrá crudo el lunes en el estadio Ciutat de Valencia. Son ya varias las ocasiones en que Pepe Mel ha recurrido a la inexperiencia de su plantilla en Primera como motivo o excusa para asumir el papel de víctima propiciatoria, pero nunca como en la previa de esta jornada valdrá más ese argumento. La razón es sencilla: el conjunto verdiblanco se enfrenta a un equipo que no es normal, y no sólo porque ocupa la cuarta plaza con un presupuesto digno de un claro aspirante al descenso, sino porque reúne a futbolistas de una veteranía máxima. El dato que encabeza esta información lo atestigua con meridiana claridad: los once titulares del Levante en la última jornada (1-2 en el campo del Espanyol) acumulan la friolera de 1.386 actuaciones en Primera, mientras que la presunta alineación del Betis dentro de un par de días no reúne ni la mitad, 601 en total. Nada que ver con la estadística histórica de los clubes: 47 temporadas y 1.562 partidos para el Betis, 7 temporadas y 236 partidos para el Levante.
La distribución de tanta experiencia es la siguiente. El portero Munúa acumula 109 encuentros; en los laterales hay casi 400 entre Pedro López (119) y Juanfran (270); en el eje de la zaga surge en el hombre más experto de todos los que habrá sobre el campo, Ballesteros, con 347 jornadas en la máxima categoría, mientras que su compañero Cabral va sólo por 5; en el centro del campo, el doble pivote compuesto por Xavi Torres (70) e Iborra (50) suma 120 partidos exactos; y en ataque, la experiencia de Valdo (232) y Barkero (118) contrasta con los 63 de Koné y los 3 de Gezzal, un argelino que fichó por el club granota procedente del Cesena italiano en enero.
Si en el Levante hay un hombre que supera los 300 encuentros en Primera, otros dos por encima de los 200 y tres más que sobrepasan los 100, en este Betis novel ocurre todo lo contrario. Sólo hay tres futbolistas más allá de la centena: Nacho (160 entre el Málaga, el Levante, el Getafe y el Betis), Rubén Castro (126 entre Las Palmas, el Albacete, el Deportivo, el Racing, el Nástic y el Betis) e Iriney (117 entre el Rayo, el Celta, el Almería y el Betis). A partir de ahí, casi todos los demás están viviendo su estreno en la división de honor y sólo hay dos excepciones: Nelson, con un año en el Betis y otro en Osasuna para un total de 67 partidos; y Jefferson Montero, que debutó con el primer equipo del Villarreal y le añadió media Liga con el Levante.
La diferencia entre los dos contendientes de pasado mañana, de hecho, podría ser mayor. Y además por culpa de dos exbéticos. En defensa, por ejemplo, el central que solía acompañar a Ballesteros era Nano, con 139 envites a sus espaldas, y por la banda izquierda no debería actuar Gezzal sino Juanlu, con 92 partidos en su currículum, pero ambos se lesionaron de gravedad, el primero hace un mes y el segundo a mediados de diciembre.
De todas formas, ninguno de los profesionales que saldrá al campo este lunes tiene nada que hacer ante Sergio Ballesteros, 36 años de edad y 18 de ellos entre Primera y Segunda. El veteranísimo central valenciano, en su decimocuarta temporada en la máxima categoría, va camino de los 350 partidos y los 30.000 minutos (29.797 lleva ahora) en Primera. De todos los jugadores que hay en la Liga, sólo nueve mejoran su hoja de servicios: Casillas (444), Munitis (437), Xavi (403), César (401), Tamudo (391), Albelda (363), Puyol (362), Puñal (360) y... el exbético Joaquín (353). Él solo tiene 100 partidos más de experiencia que toda la defensa del Betis junta.
MEL GANA A JIM 50-24. Con los entrenadores ocurre justo lo contrario. El del Betis, Pepe Mel, es quien dobla la experiencia del hombre que dirige el Levante, Juan Ignacio Martínez, aunque ninguno de ellos puede presumir aún de una extensa trayectoria en la élite. El técnico verdiblanco cumplió 50 encuentros ante el Getafe y su colega granota apenas va por los 24, ya que se trata de su primer año en la categoría.
