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El Betis quiere dar brillo al día en que su estadio volvió a llamarse Benito Villamarín

El equipo de Pepe Mel recibe al Zaragoza dispuesto a extender su buen momento liguero al torneo del K.O. 

el 26 oct 2010 / 21:00 h.

Trabajos de retirada del rótulo del estadio del Betis.

Casi un año y medio después de que se consumara el descenso en el trágico choque ante el Valladolid de mayo de 2009, regresa al estadio de la avenida de La Palmera un equipo de Primera división. Un coliseo que fue testigo de la tragedia bajo el nombre de Manuel Ruiz de Lopera y que hoy se reestrena como Benito Villamarín, en una eliminatoria copera entre dos históricos.

Sin profundizar demasiado en el análisis, en un partido entre equipos de diferente categoría suele ser favorito el de la superior. Sin embargo, escudriñando fríamente el devenir de lo que va de temporada, afirmar que el colista de Primera es mejor que el líder de Segunda, a tenor de lo demostrado por ambas escuadras, es cuanto menos osado.

Real Betis y Real Zaragoza tienen un objetivo común para esta campaña pese a competir en diferentes categorías: ser equipo de Primera división en la temporada 2011/12. Pero mientras los sevillanos caminan meteóricamente hacia el ascenso, la trayectoria de los maños huele a otra debacle como la protagonizada hace años por, entre otros, Sergio García o Ricardo Oliveira. En éstas, la Copa del Rey se antoja más como un engorro que como una ilusión, aunque llegados a este punto, al beticismo no le amargaría un dulce.

El equipo verdiblanco tiene la oportunidad de dar la vuelta a la historia, pues nunca ha conseguido eliminar al cuadro de la Romareda en sus cuatro enfrentamientos en el torneo del KO. Sin embargo, para los aragoneses, encontrarse con el Betis siempre ha sido sinónimo de competición exitosa. En la 75-76 se vieron las caras en las semifinales y el Zaragoza fue subcampeón; en la 93-94 -con el Betis en Segunda- también se cruzaron en semifinales y los maños fueron campeones; en la 97-98 el cruce fue en cuartos, pero el vencedor no logró llegar a la final; y, por último, en la 2003-04, de nuevo los blanquillos alzaron la Copa del Rey tras apear a los verdiblancos en los octavos de final.

TITULARES Y SUPLENTES. Poco antes de jugar la primera eliminatoria ante el Salamanca, en los albores de la temporada, Pepe Mel dejó claro que, para él, la Copa del Rey era prácticamente un estorbo. Pasaron dos eliminatorias, y con el regreso de un Primera las sensaciones se han matizado un poco. El madrileño hará muchos cambios en el once, tal y como anunció ayer, pero no dejará en el banquillo a jugadores tan importantes como Emana, Iriney o Molina. El que no podrá estar es Miguel Lopes, con una elongación en el adductor izquierdo.

NO SABE LO QUE ES GANAR. A José Aurelio Gay, técnico del Zaragoza, se le está acabando el crédito tras ocho jornadas sin conocer la victoria. Inmerso en una semana difícil -jugó el sábado ante el Barcelona y este fin de semana visita Mestalla-, otra decepción ante un Segunda sería un nuevo puñal para la afición zaragozana, tan hastiada como la bética de los dirigentes de su club.

Gay no podrá contar ni con Sinama, con una microrrotura fibrilar, ni con Ponzio -aunque esperan que prospere el recurso por su sanción- y ha desplazado a veinte jugadores a Sevilla con la empresa de no tirar una competición que han ganado tres veces en los últimos dieciséis años.

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