Antes de empezar la pretemporada, el Betis ya ha fichado a un entrenador y tres futbolistas que serán cuatro en cuanto se confirme la llegada de Sunny. A cambio se ha desprendido de cuatro hombres, pero la gran limpia está por llegar. El club va camino de repetir la revolución que ya hizo en su último descenso, en 2000.
El Betis, con una gran plantilla, bajó a Segunda cuando nadie lo esperaba. La frase se refiere a lo que ocurrió la pasada temporada, pero también vale para lo que sucedió hace nueve años, en el último descenso verdiblanco. Entonces, el equipo de Faruk Hadzibegic se fue al pozo con Alfonso, Finidi, Filipescu o Prats. Y entonces también hubo salidas masivas, culebrones sobre la marcha de algunos cracks y una profunda reestructuración del plantel. Cambió el técnico (llegó Fernando Vázquez), se despidieron nueve jugadores, llegaron ocho y subieron cuatro canteranos.
Nueve años después, ya se han ido los tres futbolistas cuyos contratos expiraron el 30 de junio (Juanito, Rivera y Edu), así como Juanlu, que no tenía ficha, y Josep Maria Noguès. Y está por llegar la cascada de salidas de los futbolistas importantes, los llamados a aliviar las arcas del club en un año que económicamente se presenta crudo. Como mínimo, si no hay más refuerzos (extraño será que no llegue nadie más), deben irse cuatro jugadores.
En 2000 se marcharon Crosa (cedido a Vélez Sarsfield, volvió en 2001), Alexis (Universidad de Las Palmas), Karhan (Besiktas), Juan Jesús (Tenerife) y Alfonso (Barcelona). También dijeron adiós los tres futbolistas que, según Manuel Ruiz de Lopera, dieron pie al motín de agosto: Finidi (Mallorca), Solozábal (retirado) y Vidakovic (Osasuna). Oli rescindió su contrato para volver al Oviedo, aunque le dio tiempo de jugar el primer partido del ejercicio, en Santiago. Por tanto, de todos los pesos pesados, cuatro no llegaron a jugar en Segunda: Alfonso, Finidi, Vidakovic y Alexis. Por el contrario, se sacrificaron y se quedaron hombres como Prats o Filipescu.
A cambio de los que se fueron llegaron ocho fichajes, nueve si se cuenta al técnico: Belenguer, que sólo se perdió una de las 42 jornadas y marcó el gol de la victoria ante el Recre en la penúltima jornada; Fabao, que entró en el acuerdo con el Flamengo por Denilson (el club brasileño también ofreció a un tal Adriano); Torres Mestre, que no jugó casi nada; Pavon, un mediocentro galo que tampoco aportó gran cosa; Castaño; César; y sobre todo Amato, pichichi con 16 goles, y Casas (11 tantos, entre ellos los dos del ascenso en Jaén). Los refuerzos más importantes procedieron de la cantera: Capi, repescado tras un gran año en el Granada de Paco Chaparro, a punto de subir a Segunda; Varela, recuperado tras otro buen año en el Extremadura; Joaquín, la novedad, porque venía de no ser titular fijo en el filial; y Arzu, que irrumpió con el curso ya en marcha.
Este año hay ya tres fichajes (Goitia, Carlos García e Iriney) y habrá cinco caras nuevas de la cantera en Montecastillo, pero habrá que ver qué chavales cuentan de verdad. En principio, no da la impresión de que Adrián, Toni, Álex Ortiz, Rodri y Cañas tengan el mismo peso específico que hace nueve años tuvieron Joaquín o Capi (Varela jugó menos por culpa de las lesiones).
