"Ha venido (Fuentes) para varios asuntos. El club decide si se reúne o no con mi representante. No quiero polémicas con este asunto; lo normal sería hacer una toma de contacto pero respeto lo que el club decida", añadió Edu, cuyo contrato acaba en el junio de 2009.
El jugador ítalo-brasileño afirmó que siente "que la gente quiere que siga en el Betis, algo que "agradece a los aficionados y también a los compañeros" pero advirtió que "en este mundo no hay sorpresas, claro que hay clubes que preguntan" por su situación.
Edu, no obstante, dijo que prefiere "no tener distracciones" y centrarse en la temporada, ya que aseguró que no se conforma "con los diez goles que" lleva marcados y que pretende "ayudar para que el Betis esté salvado pronto".
Así, el goleador verdiblanco asumió la importancia del encuentro del sábado ante el Athletic pero puntualizó que "no se puede estar hablando de finales todas las semanas", si bien el encuentro ante los vascos es "un partido importante ante un rival directo".
Edu recordó que "ellos fuera de casa están bien, la pueden liar, como han demostrados logrando buenos resultados; han ganado en el Calderón, en el campo del Valencia, así que hay que respetarlos".
Pese a todo, el jugador verdiblanco no quiso centrar el análisis del rival en la figura de su entrenador, el ex sevillista Joaquín Caparrós, pues recordó que el Betis ya le ha ganado a sus equipos, aunque precisó hay "preocuparse por el conjunto, por el gran carácter que le imprime, seguro que no da ni un balón por perdido".
Por último, Edu confesó sentirse "molesto por la tarjeta amarilla que" vio en Santander por simular un penalti que él mantiene que "fue claro y hay fotos en las que se ve que lo es aunque fuera una jugada muy rápida".
"La decisión del árbitro hay que respetarla porque es sobre el campo y en un segundo, pero no entiendo que no se haya atendido el recurso presentado por el club para que me quiten la tarjeta. No sé por qué no atienden nuestras reclamaciones", se quejó.
