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El Cajasol claudica tras firmar un pésimo final

El Cajasol de Magú, que debutaba en la Superliga 2 a las órdenes del seis nazareno, no pudo iniciar la Liga con buen pie ante uno de los principales candidatos al ascenso, el CV Puerto Real.

el 15 sep 2009 / 16:15 h.

El Cajasol de Magú, que debutaba en la Superliga 2 a las órdenes del seis nazareno, no pudo iniciar la Liga con buen pie ante uno de los principales candidatos al ascenso, el CV Puerto Real. El conjunto local firmó un excelente primer set, en el que la recepción fue, sin duda, uno de sus principales puntos fuertes.

Los locales, mentalizados en hacer daño a la primera línea gaditana, tomaron el mando de las operaciones en la manga inaugural. Justiniano, el colocador del Cajasol, fue uno de los hombres más destacados en los primeros instantes, en los que dos saques directos consecutivos de Alan da Silveira abrieron brecha en el marcador. El 25-23 inicial, con la afición dando alas a los suyos, hacía presagiar un feliz desenlace en Los Montecillos.

Sin embargo, el técnico gaditano puso a trabajar a su maquinaria más efectiva y, pese a la igualdad reinante en los primeros parciales, el Puerto Real fue tomando posiciones en la zona de ataque. Las imprecisiones en la recepción local, combinadas con algunos errores en el saque, dieron paso a un ligero dominio del seis visitante, que empezó a cobrar ventaja hasta poner el definitivo 21-25 en apenas 25 minutos de juego.

Sin embargo, lo mejor quedaba reservado para la tercera manga, en la que los dos equipos exprimieron sus cualidades para derribar la resistencia rival. El Cajasol de Magú hilvanó sus mejores minutos, aunque los de Luis Martínez, con un bloqueo sin fisuras, supieron esperar con paciencia hasta que, cuando más apretado andaba el electrónico, Núñez sacó el misil de su mano derecha (29-31).

La derrota parcial fue, a la postre, global. Los discípulos de Magú quedaron muy tocados y dieron rienda suelta a la eficacia e imaginación del Puerto Real en la red. Los gaditanos arrollaron a un conjunto local que ya no supo ni pudo responder. Sólo algunos saques directos maquillaron el desplome definitivo.

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