Sólo el estratosférico Barcelona, que el sábado caía en Valencia, es capaz de defender al nivel que lo hace el Cajasol. No hay duda de que en la balanza de méritos, los de los sevillanos, en la comparación con el coloso azulgrana, triplican al líder de la ACB como aquél lo hace en presupuesto. Con mucho menos talento, centímetros y peso, es capaz de decidir los partidos desde la retaguardia en la segunda mejor liga del mundo ante uno de los equipos más cualificados. Los ataques ganan partidos, las defensas campeonatos... y también partidos, a veces basta un cuarto para comprobarlo.
Porque el Cajasol hizo una exhibición portentosa en los últimos diez minutos, todo un espectáculo de juego defensivo que puso al San Pablo y al DKV Joventut a sus pies. Y la quinta plaza en sus manos. El tercer mejor ataque de la liga (78 puntos de promedio) sólo hizo, con mucho esfuerzo, 5 puntos. El conjunto de Plaza devoró al compareciente. Succionó todas las líneas de pase, multiplicó las ayudas, al DKV le daría la impresión de jugar contra diez. No es que tuviera inmensos problemas para anotar, es que ni le permitían mirar al aro...Y hasta esos minutos de efervescencia, el Cajasol se había movido discreto por un partido anodino en muchas fases, sin que ninguno de los dos equipos dotase de su impronta al duelo.
A Clay Tucker, ovacionado por el público en la presentación, le costó 17 minutos hallar su primera canasta, aunque empezó dando dos asistencias de crack. Ellis le defendió bien, pero tuvo estrecha colaboración, como casi todo lo que se hace en este equipo admirable. Los de Sito Alonso gozaban de pequeñas ventajas gracias a la inspiración de Valters, que se marcó tres triples en el primer cuarto (16-18). Savanovic, un jugador absolutamente clave en este Cajasol, fue ganando solidez en ataque y con esa fluidez de puntos los locales fueron cogiendo temperatura (33-28) hasta que apareció Tucker, que armó un tramo final de la primera parte en plan estelar para otorgar a su equipo un 0-11 de parcial y ventaja al intermedio (38-42).Al escolta de Ohio no se le volvió a ver, todo lo contrario que a Kirksay, coloso en el rebote, omnipresente en la recuperación; Savanovic retomaba su feeling con el aro al tiempo que el grupo pisaba el acelerador defensivo expoleado por el francés, momento en que Valters (58-57), único resorte incontralado, quedaba desactivado por faltas. Calloway ya venía soltando velas después de que Miso lo hubiese hecho mejor como base y en el tramo final (66-59) sólo el average (de tres puntos ganó el Joventut en Badalona) se mantenía en disputa. Una disputa ficticia, porque el Cajasol siguió apretando incluso en el túnel de vestuarios del San Pablo, ahí donde habita el quinto de la ACB, ahí donde se siente invencible.
Ficha Técnica:
72 - Cajasol (16+22+13+21): Triguero (7), Savanovic (18), Calloway (15), Ellis (12) y Kirksay (2) -cinco inicial-, Satoransky (2), Miso (5), Ager (2), Rey (0) y Radenovic (9).
59 - DKV Joventut (18+24+12+5): Tucker (12), Norel (2), Tomás (6), Valters (14) y Sonseca (2) -cinco inicial-, Bogdanovic (5), Eyenga (3), Mario (4) y Koffi (11).
Colegiados: De la Maza, Redondo y Soto. Eliminaron por faltas personales a Valters.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimonovena jornada de la Liga Regular de la Liga ACB. Unos 7.000 espectadores en el Municipal de San Pablo.
