Tras la sonrojante derrota en el debut liguero, en Dos Hermanas ante el Real Madrid, y la extraña del pasado jueves en Badalona, el Cajasol necesita imperiosamente estrenar su casillero de victorias en la presente temporada, más cuando enfrente estará este mediodía el Lagun Aro GBC, uno de los equipos llamados a pelear por la permanencia, objetivo compartido por los sevillanos a tenor de sus prestaciones en las campañas pretéritas.
Y es que si el conjunto de Joan Plaza no hace bueno el dicho “a la tercera viene la vencida” y, por tanto, comienza a sumar, los nervios y fantasmas del pasado pueden reaparecer por San Pablo. Y ya se sabe que luego viene el carrusel de cambios en el plantel, el relevo en el banquillo... Para que todo eso no vuelva a ocurrir, los sevillanos deben dar un paso al frente y disipar las dudas, o lo que es lo mismo, ofrecer esa sensación de equipo compacto y equilibrado que esbozó en los encuentros de pretemporada y en tres cuartas partes del encuentro ante el DKV Joventut.
Lo cual precisa de un mayor esfuerzo colectivo pero también de que Josh Asselin asuma los galones que le corresponden, que para algo el técnico ha porfiado por su permanencia en el equipo aun cuando no ha adquirido la nacionalidad española y ello ha repercutido en el debilitamiento del perímetro con la baja de Ager.
Una línea exterior que, para colmo, pierde casi seguro para este duelo con los vascos al escolta Tyrone Ellis, con una distensión intercostal.
Visita Sevilla, eso sí, un Lagun Aro que también ha perdido sus dos primeros envites –en casa ante Manresa y en la cancha del Real Madrid– y que llega con los ex cajistas Michal Ignerski, Andy Panko (17,5 puntos y 6,5 rebotes) y Sergio Sánchez, que constituyen la amenaza principal del equipo de Pablo Laso junto a Antwain Barbour (13,3 puntos).
