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Una semifinal soñada que requiere de una nueva hazaña

LA PREVIA. Con las expectativas más que superadas, el Cajasol busca dar la gran sorpresa de las series de cuartos en el desempate de este lunes en Valencia.

el 01 jun 2014 / 13:36 h.

cajasolviajevalenciawebEl Valencia Basket se encuentra hoy, inesperadamente, con un partido que debe incomodarle. Porque después de sacar de la pista en el primer partido (84-54) al Cajasol, seguramente dio por hecho que el joven equipo de Aíto García Reneses iba a dar por buena la temporada y a dejarles paso sin más. Craso error. Seguramente no se tomaron con la misma seriedad el segundo compromiso en San Pablo, donde los sevillanos exhibieron un orgullo y un deseo de competir al máximo que les dio un triunfo que el buen aficionado cajista tardará en olvidar. El grupo que adiestra Velimir Perasovic sigue teniendo, obviamente, venSin nombrecajataja, una ventaja doble, porque no hay duda de que es mejor equipo y juega en su casi inexpugnable pista de la Fonteta, donde esta temporada sólo ha ganado el Real Madrid (75-82). La presión la tienen, porque si no ganan el play off habrá sido un fracaso para Valencia Basket Club, que ha batido su récord histórico de victorias en la fase regular (30). Hasta ahora en la temporada no han dado sensación de parálisis en situaciones similares especialmente en la Eurocup, pero lo cierto es que en sus cabezas merodeará la posibilidad de empañar una temporada espectacular, coronada con el título en la Eurocup, competición en la que podría competir el Cajasol la próxima temporada. Sin nada que perder, con la tranquilidad y el orgullo de haber sobrepasado la más optimista de las expectativas, los chicos de Aíto franchGarcía Reneses van a intentar romper otra barrera. Y no cualquier barrera. Es un equipo que en toda la temporada no ha dejado de crecer, que no ha dejado de sorprender. Ha dado  pasos adelante después de cometer errores, propios de un equipo con la media de edad más baja, y porque todos los equipos, al margen de esa circunstancia, los cometen. Después de quedarse cerca de entrar en la Copa, con derrotas como la del San Pablo ante UCAM Murcia dio a pensar que tampoco les iba a dar para llegar al play off. Pero lo hizo, ganando partidos trascendentales en Bilbao, y ante el CAI y Herbalife en casa, equipos de play off, y en Santiago de Compostela, y aquella final ante el Joventut. Se ha sobrepuesto a lesiones importantes como la de Latavious Williams, a la de Joan Sastre, el sábado a la de Josep Franch, que ayer viajó con el equipo pero sigue con muletas.  Es obvio que son jugadores que, a sabiendas de que están en formación, confían ciegamente en su talento, y, sobre todo, en el maestro Aíto García Reneses. Hoy saldrán de nuevo a darlo todo, después de lograr romper un límite como era el de ganar a este Valencia Basket ante el que se habían estrellado hasta en cuatro ocasiones esta temporada, saliendo escaldado en tres de ellas. Cualquier otro equipo, con las circunstancias de este Caja, hubiese encontrado fácil eximente para despedirse bajo el aplauso y coger vacaciones el sábado en San Pablo. Pero volvió a competir como si le fuese la vida en ello, y hoy lo volverá a hacer en busca de esa mínima posibilidad, que se hará mayor si llega con opciones a los últimos minutos del choque. Esa situación exige, como el sábado, un partido casi perfecto, primero en defensa, y después en ataque. La dificultad se elevará, no obstante, en la Fuente de San Luis. Porque si Valencia es un equipo agresivo, en su pista, al calor de los 8.000 aficionados que abarrotarán las gradas, lo será más. Y el arbitraje seguramente será más permisivo con los muchos contactos que practican, y con los que van minando al rival, más si el trío de jueces no marcan los límites y son estrictos. Bajo aro propio, el Caja deberá dejarse el alma como lo hizo el sábado. Entonces logró dejar fuera del partido a los pívots valencianos, que habían sido claves en el primer encuentro, sobre todo Dubljevic, pero también Lishchuk en el tercer cuarto. Cuando acabó el tercer periodo del choque del San Pablo, la actividad defensiva cajista había conseguido que Valencia Basket, en 30 minutos, promediara un 24% en tiros de tres, una de sus grandes especialidades, cuando en este apartado, donde es líder de la temporada, supera el 40% de acierto. En el cuarto  periodo hizo 6 de 15, pero sobre todo gracias al 4 de 4 de Van Rossom, catalizador de un parcial en el tramo último de 10-0 que casi deja al Cajasol sin una victoria que tuvo que amarrar después con los triples de Bamforth y Urtasun. El base belga está siendo el mejor jugador del conjunto de Perasovic en esta eliminatoria. Está en un estado dulce de forma. En el primer partido dio una lección de dirección de juego, y en San Pablo se mostró casi infalible en los tiros de tres, pero también firmó un 4 de 4 en tiros de dos, casi todos con buenas penetraciones. Su defensa es clave, aunque hoy seguro que Doellman, el MVP de la Liga, que estuvo ciertamente errático en San Pablo, también elevará sus prestaciones, como Sato, o el imprevisible Lafayette. El Caja necesitará de un guía consistente en anotación como lo fue Landry durante 30 minutos. Lo ideal sería que varios jugadores compartieran ese rol. Porque Valencia es capaz de romper un partido aprovechando errores en dos o tres minutos. Fabrica parciales con inusitada facilidad y si toma una ventaja cómoda será misión imposible. En definitiva, la teoría dice que el Caja lo tiene casi imposible. Lo dicho, casi.

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