El Cajasol ha dejado de tener ropaje de quinto clasificado. Más bien viste con ropa barata de marca falsificada. En realidad este es su verdadero status social dentro de la ACB si se vuelve holgazán y no dobla turnos como cualquier currante cuyo nivel de vida depende de las horas que eche en el tajo. Trasladado a la cancha, y al Caja, obviamente, el curro está en la defensa, y los ahorrillos de la cuenta corriente siguen dando para cumplir con las expectativas de jugar el play off, que no es poco, pero no para pagar la cuota del club de los cinco primeros. Unicaja y Estudiantes ya están a un triunfo, y juegan entre ellos la próxima jornada.
Da sensación el equipo de Joan Plaza, endemoniado ayer en la banda con los numerosos errores de sus jugadores, de llegar al tramo final de la fase regular muy justito. Parece una mezcla de desgaste físico y mental que les lleva a ofrecer varios niveles por debajo de la intensidad que los ha convertido en el primer equipo de la liga sin los cuatro grandes. Ante el Caja Laboral siempre se puede perder. Es un grupo excelso, con algún jugador fuera de serie, caso de Tiago Splitter, y otros sobresalientes, caso de Teletovic, San Emeterio o Huertas. Los dos interiores marcaron diferencias en los momentos de verdadero enzarzamiento, que no fueron muchos, pero los del Buesa Arena vivieron una mañana bastante plácida en San Pablo, recibidos por el anfitrión más como un invitado que como rival.Encajando 49 puntos al descanso es imposible que el conjunto sevillano tenga alguna posibilidad ante los de Ivanovic, que en 20 minutos ya tenían casi todo andado (35-49). Los azules cometían errores de bulto en defensa, con muchos desajustes en la presión que ordenaba Plaza, que veía encajar canastas casi en cada ataque vasco. Cuatro triples en cuatro ataques consecutivos (dos de Herrmann) provocó la ruptura para el intermedio. Lo raro fue que no llegara antes. Era hasta aburrido por esperado.
Azuzado en vestuarios por su entrenador, el Cajasol cogió el pico y la pala en defensa tras el descanso, además le puso velocidad en las transiciones y acierto en las manos de Triguero y Savanovic en los balones interiores. Del frío al incendio (57-58) y lo que parecía un cara a cara apasionante en el último cuarto. Pero el globo se desinfló. Cuatro minutos y medio tardó el Caja en anotar mientras Splitter y Teletovic imponían su jerarquía. Los minutos de Douglas al final resumieron el partido del Caja: anotó dos triples (63-67) y sumó, enloquecido, otros tres tiros desde la línea de 6,25 que no tocaron ni aro.
- Ficha técnica:
65 - Cajasol (16+19+22+8): Calloway (7), Douglas (11), Kirksay (5), Savanovic (13), Triguero (11) -cinco inicial-, Cabanas (2), Ellis (5), Satoransky (-), Sastre (-), Andrés Miso (5), Xavi Rey (1) y Radenovic (5).
78 - Caja Laboral (23+26+12+17): Huertas (8), San Emeterio (10), Oleson (4), Teletovic (23), Splitter (20) -cinco inicial-, Ribas (3), Singletary (-), Golubovic (4), English (-) y Herrmann (6).
Árbitros: Amorós, Bultó y Muñoz. Eliminaron por cinco faltas personales al visitante English (m.34).
Incidencias: Partido disputado en el Palacio de los Deportes de Sevilla ante unos siete mil espectadores.
