Miguel Carcaño: Lo único que te quiero decir, ya que estás implicado conmigo, es que digas dónde está Marta, ya que tú estas en la calle y yo estoy en prisión y se ve que tu actitud es lo más pasota que se puede ser.
Samuel Benítez: Te voy a contestar. Cree el ladrón que todo el mundo es de su condición. Eso lo primero. Y explícame tú con el mayor respeto a todas las personas de la sala, quién te crees tú, que tú, una persona mata a una persona, y quién se va a creer de esta sala y con el máximo respeto a todas las personas que hay la sala quien se prestaría ayudar a la desaparición de un cuerpo cuando otra persona ha sido el que la ha matado, porque yo no. Y explícame cómo es posible que supuestamente tú me estés metiendo en una hora de nueve y cuarto, nueve y media aproximadamente, cuando a esa hora estoy yo con mis testigos en Montequinto y me dices con un coche inventado, que ningún, siquiera, amistad mía tiene ese coche.
M. C.: Vale. Muy bien.
S. B.: Explícame porque las cosas que tú dices son si aportar pruebas.
M. C.: No, no, explícame tú, por ejemplo, que dices los tickets de autobús, yo todavía esos tickets nunca han aparecido.
S. B.: Sí, pero es que a ti no te tengo que demostrada nada, se lo tengo que demostrar al jurado.
M. C.: Por eso. Yo intento demostrar que tú ese día no cogiste el autobús, tenías coche. Pues por ahí te intento decir que tú viniste a mi casa con coche, no viniste en autobús como tú dices. Y que tampoco apareciste por la casa también es mentira, ¿no?, porque tú apagaste tú móvil y está confirmado que tú apagas el móvil. En esa época tú eras más listo que yo, por eso tú estás en libertad y yo estoy en prisión.
S. B.: Sí, yo voy a ser Forrest Gump que desde Montequinto a tu casa tardo cinco minutos.
M. C.: ¿Tú tienes coche propio?
S. B.: O tengo un hermano gemelo o soy el primo de Forrest Gump.
(Interrumpe el magistrado por la actitud exaltada de Samuel)
S. B.: Es que... Señoría, discúlpeme, pero como usted comprenderá con acusaciones falsas no puedo, es normal que me hierva la sangre, con mil disculpas señoría. Y... como te he dicho, a ti no te tengo que demostrar absolutamente nada. Se lo tengo que demostrar al señor juez y a sus compañeros y no tengo que demostrarte nada ni a ti, ni nada. Porque si yo estuve en Montequinto con el paso del proceso judicial.
Magistrado: Señor Carcaño usted lo que dice es que él se llevó el cuerpo, ¿no es así?
M. C.: Sí, si.
Magistrado: A eso qué tiene que decir señor Benítez.
M. C.: Que es fácil aquí en este país acusar sin aportar pruebas y por el contrario haz como yo que hablo y aportando prueba, las aportaré.