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El cerco de la UEFA a los fondos de inversión se estrecha

Gianni Infantino, su secretario general, afirma que los abolirá con o sin la FIFA

el 23 mar 2013 / 22:32 h.

Del Nido y Monchi, con Stevanovic. (Kiko Hurtado, Marcamedia) Del Nido y Monchi, presentando a Stevanovic. (Kiko Hurtado, Marcamedia) Desde hace tiempo, la figura de los fondos de inversión se ha extendido en el fútbol europeo y el Sevilla no es ajeno a ellos. Hasta cuatro jugadores del plantel actual (Kondogbia, Botía, Babá y Stevanovic) llegaron con la ayuda de Doyen Sports, un grupo inversor que ha entablado una estrecha relación con la entidad y que también representa a Negredo, Manu del Moral y Reyes. “Tenemos que acudir a ellos porque no tenemos tesorería. El fondo tiene un 20% en el caso de Babá; un 50% en el de Botía si lo compramos, porque está cedido; y un 50% en el de Kondogbia. En este último caso empezaríamos a pagar a partir del tercer año y a cambio la mitad de la propiedad del futbolista es del grupo”, dijo José María del Nido en la última Junta General de Accionistas. Sin embargo, de forma paralela, la UEFA ha puesto en marcha su maquinaria para abolir esta figura. A mediados de 2012 lanzó un primer aviso por medio de su secretario general, Gianni Infantino, y en diciembre su Comité Ejecutivo decidió prohibir la propiedad de jugadores por parte de terceros debidio a “una cuestión de principios”. “Se aplicará un periodo de transición de tres o cuatro temporadas hasta que desaparezcan las copropiedades”, advirtió, al tiempo que anunciaba el traslado del asunto a la FIFA. Pese a ello, el panorama no ha cambiado mucho. En el caso del Sevilla incluso ha llegado un nuevo futbolista de la mano de Doyen Sports: Stevanovic. “Cuando el mercado está como está, con esos problemas financieros, hay que encontrar socios de viaje. Más de una decena de clubes de Primera realizaron operaciones de este tipo antes que nosotros”, dice Del Nido. Las razones de la UEFA. Lejos de quedarse impasible, la UEFA ha vuelto a lanzar un nuevo aviso. Hace unos días, Infantino se reafirmó en la idea de acabar con la propiedad compartida, un problema para el fútbol, a su juicio, por las siguientes razones: “En primer lugar, supone un dilema ético y moral. ¿Es apropiado que una tercera parte implicada tenga los derechos económicos sobre otro ser humano y que comercie con ese activo? Esto sería algo inaceptable en la sociedad, y no tiene cabida en el fútbol. Los futbolistas (como cualquier otra persona) deberían tener derecho para decidir su propio futuro”. “En segundo lugar, debemos proteger la integridad de las competiciones. ¿Qué ocurre cuando la misma corporación posee los derechos económicos de varios jugadores de distintos equipos? Hay un claro riesgo de conflicto de intereses. El riesgo de una manipulación de los resultados es algo con lo que la UEFA tiene que luchar, ahora más que nunca”. “En tercer lugar, el modelo de negocio de los que participan en la propiedad compartida se basa en cambiar de club a los jugadores con frecuencia. Dicho sin rodeos: más traspasos significa más dinero para los titulares de los derechos, lo que resulta en inestabilidad contractual y a largo plazo que los ingresos salgan del ámbito de este deporte”. “En cuarto lugar, esta práctica es claramente incompatible con la filosofía económica y deportiva del juego limpio financiero, que consiste en garantizar que los clubes puedan vivir dentro de sus posibilidades. Los clubes no deben depender de las inversiones de terceros para adquirir jugadores que no pueden permitirse por sí mismos”, concluía. Decidida. Pero el secretario general no se queda ahí. “Dado que la FIFA es responsable del sistema de fichajes, le hemos pedido una prohibición global. Sin embargo, a menos que se den los pasos necesarios, la UEFA estará preparada para implementar las medidas para eliminar esta práctica de nuestras competiciones”, afirma Infantino. Es decir: la UEFA abolirá los fondos sí o sí.

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