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El cielo europeo comienza a abrir aunque siguen las cancelaciones

En cinco países continúa la prohibición total de volar por la nube de ceniza. En la práctica, la vuelta a la normalidad es lenta.

el 20 abr 2010 / 07:42 h.

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Los aeropuertos europeos han empezado a operar de nuevo.

El cielo europeo empieza a abrirse. El tráfico recuperó ayer buena parte de su actividad, aunque siguió cerrado por completo o casi del todo en cinco países -Dinamarca, Estonia, Irlanda, Letonia, Suecia y Reino Unido-. Finlandia, el norte de Francia, el norte de Italia, Eslovenia, Eslovaquia y Ucrania salieron de la franja roja en la que están prohibidos los vuelos civiles a baja altura, según un comunicado de Eurocontrol. Irlanda y Suecia, por su parte, entraron en la zona de vuelos prohibidos mientras que se empezaron a permitir los vuelos en Alemania y Francia, pero con muchas restricciones.

En definitiva, casi el 75% del territorio europeo está libre de restricciones. En la zona libre de partículas, en la que está permitido volar, están, entre otros países, España, Portugal, Holanda, Alemania o Austria. Los demás, forman parte de un tercer espacio en el que existe contaminación, pero a un nivel tan bajo que no resulta peligroso volar, por lo que las autoridades nacionales deciden si se reanudan los servicios. En el caso particular de Reino Unido, los aeropuertos iban a ser abiertos, pero finalmente el Centro de Control del Tráfico Aéreo mantuvo las restricciones -salvo excepciones- por la llegada de más ceniza del Eyjafjallajokull. Estaba previsto que muchos de los aeródromos británicos, no obstante, abrieran anoche.

En la práctica, la vuelta a la normalidad es lenta, aunque sí se detectó ayer una actividad superior a la del lunes. Eurocontrol confiaba en que llegarían a operar la mitad de los vuelos que un día normal, si bien el porcentaje previsto no se alcanzó. Unos 13.000 vuelos cruzaron el cielo europeo, frente a los 28.000 que suelen hacerlo un martes cualquiera. Sólo el 30% de los trayectos se completaron el lunes. En total, la agencia europea estima que los riesgos generados por la nube del volcán islandés, que hoy llegan a su séptimo día, han cancelado 95.000 vuelos. En España, mientras tanto, 1.274 de los 5.249 programados para el día se cancelaron sólo ayer.

En un debate extraordinario sobre la cuestión celebrado en Estrasburgo ayer, la Comisión y la presidencia de turno española de la UE confiaron en que las medidas adoptadas por los 27 permitan retomar la mayoría de los vuelos en Europa pronto -mañana, según estimó el lunes Eurocontrol- y defendieron su gestión de la crisis.

El propio secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, dijo durante el debate en la Eurocámara que se ha actuado "con la máxima prudencia y el mínimo riesgo". Habló de una crisis "inesperada y sin precedentes" en un ámbito en el que la UE tiene un "escaso nivel de capacidad jurídica".

Pero ayer la gestión seguía puesta en cuestión. Desde Francia, el secretario francés de Transportes, Dominique Bussereau, afirmó que la coordinación frente al caos aéreo tardó demasiado. No obstante, descargó de culpa a la presidencia española, al explicar que el mismo sábado pidió una reunión de los ministros de Transportes y José Blanco, que ejerce la presidencia del Consejo de Ministros comunitario, aceptó. Pero "algunos ministros de algunos grandes estados no tenían prisa", concretó.

En estas circunstancias, el constructor aeronáutico Airbus no ha encontrado "anormalidades" en los vuelos de prueba operados el lunes a bordo de un superjumbo A380 y de un A340-600 con motores Rolls Royce, en los que se realizaron test de vuelo para comprobar los posibles efectos de la ceniza. Ayer, el volcán seguía expulsando materiales interrumpidamente, pero la nube parecía haber disminuido.

La buena noticia es que la llegada de bajas presiones a partir de mañana y las consiguientes lluvias, acompañadas de vientos, ayudarán a deshacer la ceniza procedente de Islandia, según anunció ayer la Organización Mundial de la Meteorología.

Pese a la mejoría, los daños económicos continúan. El sector turístico europeo podría perder 1.142 millones de euros por los efectos de la ceniza, pese a lo cual el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que la recuperación financiera no se verá afectada.

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