Economía

El comercio confía en que la reforma frene el avance de la gran superficie

Hasta finales de 2009. Es el plazo dado por Europa para adaptar las actuales leyes de comercio -cada región tiene la suya- a la nueva normativa de servicios. Foto: A.A.

el 15 sep 2009 / 11:13 h.

Hasta finales de 2009. Es el plazo dado por Europa para adaptar las actuales leyes de comercio -cada comunidad autónoma tiene la suya- a la nueva normativa de servicios. En Andalucía ya se trabaja en una reforma que el comerciante tradicional espera que sirva para frenar el "exagerado" desarrollo de la gran superficie.

Como para casi todo, corren malos tiempos para el comercio. La crisis se acentúa porque el consumo se ha contraído, no hay dinero para gastar. Y, en medio de esta marejada, el sector afronta un cambio normativo imprescindible para adaptarse a la legislación europea. Tiene por delante algo más de un año para hacerlo.

De la comparecencia parlamentaria el pasado miércoles del consejero andaluz de Turismo, Comercio y Deporte, Luciano Alonso, lo que más claro quedó es que no se tocará el horario comercial. No habrá liberalización como ocurre en Madrid.

Un respiro para el pequeño y mediano comercio que tiene ya bastantes problemas de los que ocuparse. De hecho, a lo largo de este mes se concretará el paquete de medidas que integran el plan de competitividad auspiciado por el sector y la Junta y que tiene como fin servir de impulso en estos tiempos de dificultad.

Satisfacción, por tanto, para la Confederación Empresarial de Comercio de Andalucía (Ceca), que valora tal "decidido planteamiento" de la Junta porque, a su juicio, "no tiene sentido entrar en un debate que no va a aportar nada. Los consumidores no compran no por no tener horas para hacerlo, sino porque no tienen ingresos", afirma José Guerrero, secretario general.

Pero más allá del debate de la libertad de horarios, la ley andaluza de comercio experimentará una importante transformación que afectará al procedimiento para conceder las licencias de las grandes superficies, el histórico caballo de batalla del comercio tradicional, con el que esperan que se ponga fin al crecimiento de los últimos años experimentado por las grandes superficies en la comunidad.

La nueva norma exige, según explica Guerrero, cambiar los requisitos por los que se decidía otorgar o no una licencia. Así, se abandonarán los criterios de carácter económico, es decir, ya no se basará en la oferta y la demanda, sino que primarán cuestiones de interés general, urbanísticas o medioambientales. Hasta ahora la primera en dar el visto bueno era la Administración andaluza, a través de la Comisión Asesora de Comercio Interior (Caci), y posteriormente el Ayuntamiento en cuestión otorgaba su licencia. Según la Ceca, este sistema acabará modificándose para dejar únicamente la voz de la Junta en la toma de decisión.

"La reforma puede ser una oportunidad para equilibrar el exceso de oferta de las grandes superficies en los últimos años", incide Guerrero, que aporta los siguientes datos: en la última legislatura se han autorizado más de un millón de metros cuadrados para grandes superficies y más de un centenar de expedientes. "Es un ritmo exagerado y, en una situación económica como la actual, insostenible".

Por contra, el comercio tradicional ha mantenido un ritmo de crecimiento anual en torno al 3-4%, cifra que se ha estancado desde que arreciara la crisis.

Para la Ceca la reforma, que deberá estar terminada a finales del verano que viene, debe ir encaminada "a marcar el futuro modelo comercial de Andalucía para los próximos años" y, para ello, la Junta debe valorar con especial énfasis la situación económica actual, que deja al comercio tradicional en una posición complicada. "La importante oferta de gran superficie debería reducirse en los próximos años".

Frente a este discurso, las críticas de Europa a España por poner excesivas trabas a la instalación de grandes superficies. Guerrero contradice: Andalucía es la comunidad con mayor número de estos establecimientos del país. "Los datos demuestran que en Andalucía no es así. Ya nos gustaría", ironiza.

Mientras tanto, la crisis hace mella. Los pequeños comerciantes afrontan el chaparrón "con mucha dificultad, con inquietud y preocupación" y, aunque hasta la fecha no se están registrando cierres, en lo que va de año constatan un descenso de las ventas en todos los sectores de más del 15% respecto al año anterior. Por ahora, tratan de esquivar el envite reduciendo los márgenes. Si la situación persiste, asevera, no quedará otra que recurrir a los ajustes de personal.

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