Multar a los gorrillas no está resultando una tarea fácil, y un año después de haber impuesto sanciones a los aparcacoches por coaccionar a conductores en distintas calles de Sevilla, el Ayuntamiento sigue intentando cobrarlas.
El Boletín Oficial de la Provincia publicó el lunes la relación de 58 multas impuestas a gorrillas el año pasado, que no se han podido notificar y que se hacen públicas para abrir el plazo de alegaciones e intentar cobrarlas por vía ejecutiva. Es el problema que los sindicatos de la Policía Local siempre han denunciado, especialmente cuando se les ordenan campañas masivas de multas: la dificultad de recabar el dinero de las sanciones cuando la mayor parte de estas personas son indigentes sin recursos. El que no tengan un domicilio conocido hace que además el procedimiento administrativo se alargue.
La mayoría son multas de 30 euros por el artículo 33.3 de la Ordenanza Municipal de Medidas para el Fomento y Garantía de la Convivencia Ciudadana en los Espacios Públicos, la Ordenanza antivandalismo, aprobada por el anterior Gobierno municipal. Este apartado prohíbe "el ofrecimiento de lugar para aparcamiento en el espacio público a los conductores de vehículos con la intención de la obtención de un beneficio económico", al considerarse una "forma coactiva de mendicidad".
También hay multas de 50 euros por el apartado 33.1, que sanciona de forma más genérica "aquellas conductas que, bajo la apariencia de mendicidad o bajo formas organizadas, representen actitudes coactivas o de acoso".
La mayoría de las multas están puestas entre septiembre y noviembre de 2011, aunque la más antigua es de mayo, lo que da idea de lo que se pueden alargar estos expedientes. Eso sin contar con que hasta el año pasado, a falta de un programa informático, ni siquiera se cobraron y más de mil prescribieron sin que se pagaran. La más reciente, y la única de este año, es del 2 de enero de 2012.
El listado permite también conocer en qué zonas se ha actuado más, puesto que se repiten las multas en lugares habitualmente castigados por esta práctica como el hospital Virgen del Rocio y el barrio de Bami, donde se recogen hasta seis multas en la calle Torcuato Luca de Tena, tres en la calle Bami y cuatro en vías aledañas. El entorno del albergue municipal también acumula sanciones, al igual que Torneo, donde se multó cuatro veces a la misma persona en tres semanas. También hay calles recurrentes en el Centro, como Alemanes, con siete casos.
Los gorrillas multados también se repiten: José Enrique C.P. fue multado siete veces entre junio y septiembre del año pasado, siempre junto al hospital Virgen del Rocío, y Antonia U.U. otras cuatro veces en la calle Alemanes.
Ahora falta la segunda parte: de dónde se embargará el dinero a estas personas una vez finalice el procedimiento de notificación, ya que es probable que no tengan cuentas bancarias. El Consistorio anunció a principios de mes que en el último año la Policía ha puesto 1.400 sanciones, una media de cuatro al día, aunque no precisó cuántas se han cobrado. Se pretendía que si no se abonaban en dinero se hiciera en trabajos sociales, pero esta idea no se ha ejecutado.
