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El Consistorio promete reducir a la mitad el tráfico en el Centro

Por el casco histórico de Sevilla pasan al día 109.964 vehículos y el objetivo del Ayuntamiento es reducirlos a la mitad. El delegado de Movilidad, Francisco Fernández, explicó en un foro de la Unesco su proyecto, que todavía no tiene fecha de ejecución ni presupuesto.

el 15 sep 2009 / 04:26 h.

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Por el casco histórico de Sevilla pasan al día 109.964 vehículos y el objetivo del Ayuntamiento es reducirlos a la mitad. El delegado de Movilidad, Francisco Fernández, explicó en un foro de la Unesco su proyecto, que todavía no tiene fecha de ejecución ni presupuesto.

Aunque en principio el blindaje del Centro se iba a poner en marcha este verano, finalmente no será así. Y es que antes tienen que estar listas desde las cámaras de vigilancia y control hasta los sistemas informáticos para autorizar puntualmente la entrada de un vehículo.

Esto es, que poner coto a los coches requerirá un amplio abanico de recursos tecnológicos y humanos, así como una fuerte inversión. Incluso se estudia instalar aparcamientos subterráneos para motocicletas. Ayer, en el foro organizado por la Unesco sobre Centros históricos para todos: un enfoque humano y social para una revitalización sostenible se analizaron los planes para el casco histórico de Sevilla.

Fernández expuso que en 2007 se registró de media al día 109.964 viajes al Centro, una zona de calles estrechas. La mayor es Adriano, con 25,50 metros de anchura y la más pequeña es Cruces, con 1,20. La calle Águilas, según el edil, no tiene más de cuatro metros de ancha y un kilómetro de larga, pero soporta al día 16.000 vehículos. Si todos esos coches se pusieran en fila ocuparían nada menos que 64 kilómetros. Evidentemente el colapso está servido.

Si todos los coches privados que entran en el Centro cada día se pusieran uno tras otro, necesitarían entre 500 y 400 kilómetros.

Además, el número de plazas "lícitas" de estacionamiento en superficie, de bordillo, en el casco antiguo es de unas 3.000, de las que 1.486, en el Arenal, son Zona Azul. Los seis parking existentes, además, ofrecen 1.800 plazas en rotación que el Consistorio quiere que sean sólo para los vecinos. No obstante, sólo en la zona de intramuros viven 18.264 vecinos con vehículo registrado. Serán de los pocos que puedan pisar el Centro.

Fernández sostuvo ante los funcionarios, técnicos, profesores e investigadores de distintas ciudades del mundo que se reunieron en San Jerónimo que su objetivo es que la mitad de los conductores dejen el coche en casa o en los aparcamientos del perímetro del corazón de la ciudad. Para ello, se descarta imponer una tasa o impuesto por pisar el casco antiguo -opción que funciona en ciudades europeas como Londres-. La apuesta del Gobierno local hispalense es "sancionar al infractor", para lo que serán claves las cámaras que registrarán las matrículas.

Las prioridades serán, por este orden, los peatones, los ciclistas, los transportes públicos, las motos y, por último, los coches. En el caso de las motocicletas y ciclomotores, el Área de Movilidad del Ayuntamiento está en contacto con la Escuela de Ingenieros para poner en marcha el diseño de aparcamientos subterráneos motorizados para los vehículos de dos ruedas. Funcionarían como los contenedores soterrados. Esto es, un elevador recogería la moto en la calle y una plataforma la ubicaría en su plaza bajo tierra.

Cada uno de estos aparcamientos (similar a los de coches que se utilizan en países como Japón) podría albergar alrededor de 20 motos y se ubicarían en zonas relativamente anchas como la calle Rioja. Así desaparecerían de las calles las motocicletas aparcadas y se fomentaría el uso de un medio de transporte menos contaminante que el coche. No obstante, este proyecto está en fase embrionaria, puesto que ni siquiera se ha empezado a redactar. Si la Escuela de Ingenieros decide hacerse cargo, patentaría la idea, que podría ser exportada a otras ciudades.

También para las motos se prevén accesos preferentes, carriles específicos y líneas de detención adelantadas en los semáforos.

Una vez puesto en marcha el plan para vetar la entrada al casco antiguo, sólo podrán circular por él coches privados de residentes acreditados, transportes públicos, vehículos de carga y descarga con autorización, así como los clientes de hoteles con permiso.

Igual que los hoteles tendrán que dar pases a sus clientes o recogerlos para que lleguen al establecimiento, los comercios deberán tramitar vía informática las autorizaciones para que, por ejemplo, una persona pueda recoger con su coche una compra de gran volumen o peso. Eso sí, a una hora determinada. También habrá excepciones en casos concretos. Por ejemplo, tendrán acceso las personas que cuiden a familiares enfermos que residan en la zona.

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