Seviocio, el nuevo botellódromo de la Cartuja, debe estar listo a principios de 2010. Las empresas tienen un mes para presentar ofertas y tres meses y medio para habilitar el recinto. A partir de ahí, empezará una labor de difusión entre los jóvenes que ya tiene para el Consistorio una primera fecha señalada: la fiesta de la primavera universitaria.
Pese al retraso que acumula el proyecto, Seviocio está a punto de ver la luz. El pliego de condiciones ya ha sido remitido al BOP, que lo publicará en unos días. Y a partir de ahí, empezará una cuenta atrás para poner en marcha un recinto que nace con el objetivo de convertirse en un espacio de encuentro, con espectáculos, actividades y la posibilidad de consumir alcohol en un espacio abierto y acondicionado, sin incumplir la ley autonómica. La Delegación de Medio Ambiente, que dirige Encarnación Martínez, ya trabaja en el diseño de una serie de iniciativa que permitan a la población universitaria y joven "hacer suyo" este recinto. Ya se han iniciado los primeros contactos con entidades como el Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (Cadus).
Medio Ambiente quiere colaborar en la recuperación de la fiesta de la primavera tradicional que en los últimos años ha derivado en un simple macrobotellón. El objetivo es relanzar esta actividad como una oportunidad de "recuperar el movimiento estudiantil" y retornar al diseño de esta fiesta como una celebración con barras de las distintas facultades cuya recaudación se empleará para los viajes de fin de curso. Esta iniciativa, que aún está pendiente de nuevas conversaciones, serviría además para relanzar definitivamente Seviocio. Basta las referencias de los últimos años: más de 14.000 personas acudieron a las convocatorias realizadas por redes sociales para celebrar la llegada de la primavera.
Pero esta fiesta no será el estreno de Seviocio. Debe estar listo antes. En los últimos meses el pliego de condiciones ha superado los informes del secretario y el interventor y se han resuelto los últimos flecos existentes: el plazo de la concesión, que ha quedado fijado en 15 años prorrogables en otros cinco, y el precio que debe pagar la empresa que obtenga la concesión. Ésta debe ser responsable de la construcción del recinto -por lo que debe realizar una cuantiosa inversión inicial-, tiene la obligación de ofrecer consumiciones -tanto lotes como copas y refrescos- a precios asequibles, debe abonar luz y agua, instalar Wifi y cumplir los requisitos del proyecto diseñado por el Consistorio. Estos elementos, sumados a la situación de crisis actual, han llevado a la Delegación de Medio Ambiente a intentar reducir al máximo las exigencias económicas a esta empresas. Aunque se barajó no establecer un canon, finalmente lo habrá: serán 3.500 euros anuales -actualizables según el IPC-, que no se tendrán que afrontar en los primeros dos años -una medida que trata de dar un margen a los adjudicatarios para recuperar la inversión inicial-. Eso sí, en cuanto haya beneficios, el Consistorio se quedará con un 5%. A cambio, se encarga de incluir Seviocio en toda la red de espectáculos y actividades.
El Consistoro confía en que en las próximas semanas -el plazo es de 30 días desde la publicación del concurso- se empiecen a recibir ofertas de empresarios. Éstos tendrán, a partir de la adjudicación, un mes para presentar el proyecto técnico -hay posibilidad de que se amplíe ese margen por motivos justificados- y dos meses y medio para la ejecución de las instalaciones. Según este cronograma, si se tiene en cuenta que la publicación en el BOP se realizará en los próximos días, el recinto impulsado por la Delegación de Medio Ambiente estará listo a principios de 2010.
El proyecto del Seviocio se diseñó a raíz de la entrada en vigor de la ley autonómica que prohibía el consumo de alcohol en la calle. Aunque en su desarrollo, coordinador por la Delegación de Medio Ambiente, que ahora dirige Encarnación Martínez, se ha planteado como un espacio de ocio alternativo donde se pueda consumir alcohol -en lotes o en copas- a precios razonables, al que no se podrá acceder con bebidas de fuera y con una extensa oferta para todas las edades -aunque con controles para evitar el consumo de menores-. Habrá conciertos, un espacio para actividades deportivas y hasta zona Wifi. Tendrá que estar abierto de jueves a domingo y parte con el objetivo de ser un referente en el circuito cultural.
