En este fútbol moderno en el que prima el grupo sobre el individuo, la colectividad sobre la genialidad, el Betis ha encontrado por fin una sociedad digna de llamarse así. La suma de Edu y Pavone ha dado al equipo verdiblanco 14 goles, seis asistencias y 13 puntos. Ellos son el ataque del Betis.
Edu, un gol y una asistencia; Pavone, una asistencia. La espectacular actuación de la pareja de moda en Heliópolis frente al líder de la Liga no fue más que la confirmación de que el Betis ha descubierto una conexión desconocida desde los tiempos en que Edu coincidía con un tal Ricardo Oliveira, y ya puede parecer exagerado hablar de esos "tiempos" porque fueron hace tres años, pero han pasado tantas cosas en este periodo...
Ahora, el conjunto verdiblanco vive casi en exclusiva de lo que hagan el brasileño y el argentino. Es curioso, dos países con una cerradísima rivalidad futbolística pero que en el Betis han generado esta armonía tan provechosa.
Entre Edu (8 goles) y Pavone (6) han marcado 14 de los 26 tantos que lleva el equipo de Paco Chaparro. Es decir, más de la mitad, el 53,8% para ser exactos. El brasileño se estrenó en la sexta jornada frente al Mallorca y luego tuvo que esperar a la decimotercera, en el campo del Levante, para lograr el segundo; en la decimosexta marcó otro al Almería y a partir del final de la primera vuelta ya se desató, con un gol por jornada excepto en la vigésima segunda: Getafe, Recreativo, Espanyol, Valencia y Real Madrid cayeron en la trampa de Edu, que además anotó esas cinco dianas de forma idéntica, cabeceando un centro llegado desde la izquierda.
Ver puerta le costó más a Pavone, que no lo hizo hasta la duodécima jornada (doblete al Zaragoza); luego marcó en las jornadas decimotercera (Levante), decimosexta (doblete al Almería) y decimonovena (Getafe).
Pero hay más, porque o bien Edu o bien Pavone intervinieron decisivamente en otros dos goles del Betis: el argentino forzó un autogol de Belenguer en el 3-2 al Getafe y el brasileño asistió a Mark González en el 2-1 al Real Madrid. La cuenta, por tanto, es sencilla: Edu y/o Pavone han participado directamente en 16 de los 26 goles del Betis y sólo se han quedado al margen en 10.
La conexión entre ambos es tal que cada uno ha dado al otro dos de sus tres asistencias: Edu lo hizo en el partido contra el Zaragoza y Pavone le devolvió el favor en los choques frente al Getafe y el Madrid. En este capítulo ya sólo les supera Caffa, que ha repartido cinco pases de gol.
Mejorar fuera. Si hubiera que poner un pero al rendimiento de este nuevo dúo dinámico (por aquello del Resistiré que tanto gusta a Paco Chaparro para motivar a sus futbolistas), sería su compenetración cuando toca jugar fuera de casa.
La silla no cojea por el lado de Edu, que ha conseguido tres de sus cinco dianas como visitante (Espanyol, Valencia y Levante), sino por el de Pavone, que hasta ahora sólo ha sido capaz de marcar una vez lejos de Heliópolis (en el Ciudad de Valencia ante el Levante).
Al margen de este dato, de relevancia no demasiado grande, es innegable el peso específico del matrimonio formado por el 10 y el 16 del Betis en todo tipo de estadísticas ofensivas. A continuación, algunos ejemplos: en cuanto a remates, los dos son los que más lanzan a portería (17 veces cada uno) y el brasileño es el que más chuta en general (44), mientras que el argentino es el tercero (28); Edu también es el primero en faltas recibidas (59 en lo que va de Liga), y de hecho es el undécimo de todo el campeonato; Pavone es el tercero sólo en el Betis (28).
La importancia de Edu también se nota en el hecho de que es el segundo miembro de la plantilla y el primer jugador de campo en minutos (1.891); sólo le supera el guardameta Ricardo. Pavone, debido a sus problemas de adaptación al principio de la campaña, acumula menos minutos, 1.187, lo que significa que hay seis compañeros que han jugado más tiempo que él.
