Si es la cuarta ciudad mejor del mundo para ir en bici, si tiene la mejor red ciclista de España, si uno de cada diez viajes se acogen a la fórmula de ir a pedales. Sevilla recoge los frutos de haberse subido, hace años ya, al sillín y tener en la bicicleta el mejor aliado para ir al trabajo y la universidad o practicar deporte. Y nunca mejor dicho, lo de recoger frutos, porque ayer, todo ciclista que se asomaba por la esquina del carril bici entre Menéndez Pelayo y San Fernando, recibía su premio por ser ciclista: un túper de fruta, un pack con gorros y chapas con declaraciones de amor a las dos ruedas sin motor y, de colofón, un pen-muñequera con el Plan Andaluz de la Bicicleta, que prevé ampliar en 35 kilómetros los carriles bici en la capital en siete años 190 añadiendo las conexiones metropolitanas. Todo como acto inicial de la Semana Europea de la Movilidad que tiene de mecenas a la Consejería de Fomento y Vivienda (IU) y que tiene en el Ayuntamiento a uno de sus grandes ausentes.
De los que paraban había muchos de ese grupo de los que cambiaron el coche por la bici para ir al trabajo... o a cualquier sitio. Pero, para sorpresa de muchos, había muchos que montan su negocio al abrigo del boom ciclista y una red de 138 kilómetros de carriles bici. Ya no se habla exclusivamente del tándem (bicicleta de 2 asientos), que se usan como soporte publicitario y en el que pedalean jóvenes como Alicia Camacho y Elena Domínguez, para ganarse un dinero extra que sirvan para costear sus gastos universitarios una los de Historia del Arte y la otra los de Psicología y darse, ya de paso, algún caprichito. No nos podemos quejar y, además, hacemos deportes, dijo Elena.
Es algo que va más allá, gracias a un nuevo espécimen: emprendedores a pedales. Mauricio Rodríguez es uno de ellos, con su programa Cicloeduca, con el que ofrece rutas culturales en bici a los escolares sevillano. Y, lo promociona subido en su bicicleta. Ayer se marcó un recorrido de Triana a San Bernardo.
Justo al lado aparece para recoger el kit completo de fruta e información Fran Verdugo, que trabaja en su empresa de mensajería BiciCreando. Hace años que uso la bici como transporte y ahora es mi medio de vida, admite un emprendedor que tiene a parte de su clientela en el Centro, donde es más fácil acceder pedaleando que en un turismo. También se desplaza a Dos Hermanas, Alcalá o municipios del Aljarafe, aunque ese es un filón que explotará más cuando se ejecuten la ampliación al Aljarafe. Por ahora, prefiere dar un toque de atención a la peligrosa invasión de peatones al carril de la avenida de la Constitución, que suele estar tomado por los turistas (y sevillanos) por su, como decirlo, discreta señalización.
Entre tanta generación de empleo, un repartidor de fruta que también se mueve en bicicleta. Jonathan Suirón es un habitual de la Constitución con su carro de Mama´s Fruit. La idea nació hace tres meses y medio y cada vez va a más, ya que además de los turistas tiene clientela fija.
Más allá de empleo, están los ciclistas tradicionales, que se desplazan por Sevilla para trabajar o practicar deporte. Del primer grupo es Cristian Nila, un italiano que trabaja en la universidad. No escatima en loas al carril bici sevillano que, comparada con la de su país son una maravilla. Del segundo grupo es Paqui Pina, indumentaria deportiva y casco colocado en la cabeza. Un día si y otro no hace deporte. Ayer tocó ruta de aúpa: de su casa en Santa Aurelia al Huevo de Colon. Y, por supuesto, el camino de vuelta. En esa línea también se sitúa Mari Carmen Verdugo, que está de vacaciones y que ha recorrido el trayecto de Nervión a Bami.
Frente a ellos, el discurso oficial. La delegada provincial de Fomento y Vivienda, Granada Santos, reivindicó el uso de carriles bici y, de paso, no dudó en darle un tirón de orejas al Consistorio, con el que está a la espera de firmar un convenio para iniciar la ampliación. La reunión fue el 2 de julio con ausencia de ediles y, desde ese día, la Junta espera un escrito con las propuestas municipales que no llega. Cuando se solvente el escollo y se firme, tocará el otro caballo de batalla: la financiación. Un 75% lo garantiza la Junta, pero el resto tendrá que aportarlo la administración local bien a toca teja o bien perdonando deuda a la Junta.
