El empleo ha sido el gran damnificado de la crisis económica en España, donde la tasa de paro ha alcanzado niveles superiores a sus socios europeos y donde se han perdido cerca de dos millones de puestos de trabajo desde el tercer trimestre de 2007.
Precisamente, el último informe semestral de la economía española de Caixa Catalunya, presentado ayer en Sevilla, asegura que hasta 2016 o 2017, el país no volverá a niveles de 2007 en lo que a empleo se refiere, "a un ritmo de recuperación de 300.000 o 400.000 puestos de trabajo al año", señaló el coordinador de dicho estudio y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver, que añadió que al inicio de la crisis España contaba con 20,5 millones de ocupados. Este año acabará con 18,5 millones, tras una pérdida de unos dos millones de empleos desde el tercer trimestre de 2007.
En este sentido, añadió que la tasa de paro llegará a su tope máximo durante este trimestre, cuando alcanzará el 19,3%, y que se estabilizará en el 18,8%. Así, auguró que la creación de empleo arrancará en España a finales de 2010 o principios de 2011, y que se apoyará básicamente en el sector servicios.
El centro de estudios de Caixa Catalunya prevé que la economía española se contraiga este año el 0,4%, si bien en el primer o en el segundo trimestre experimentará crecimientos intertrimestrales, en tanto que el consumo privado se estabilizará en 2010 en relación al año pasado.
En lo que se refiere a Andalucía, Oliver destacó que el hecho de crecer más rápido en los años anteriores a la crisis y de crear más empleo ha provocado que la recesión sea más aguda, "por eso ha situado su tasa de paro por encima de la española, después de una época de clara convergencia". En este sentido, advirtió de que la comunidad saldrá uno o como máximo dos trimestres más tarde de la crisis que España, ya que entró más tarde en recesión.
También trató Oliver durante la presentación del informe la situación del mercado de la vivienda. A este respecto, indicó que seguirá con el ajuste en lo referido a los precios, ya que la accesibilidad a la hora de comprar un piso "está a niveles de 2006, no de 2000". De este modo, pronosticó que, en los últimos dos años se han rebajado un 15%, "y en muchos casos los precios tienen que caer un 25% para realizar el ajuste", aunque éste, señaló, "no es equilibrado".
En cuanto a la recuperación, aseguró que ya está en marcha, "pero hay que matizar, porque es frágil, desequilibrada y tiene riesgos evidentes de recaída en los próximos años".
