Alexander Litvinenko, el ex teniente coronel de los Servicios Secretos Rusos que murió envenenado en extrañas circunstancias en 2006, colaboró antes de fallecer con España contra las redes de crimen organizado ruso instaladas en el país. Proporcionó información a la Guardia Civil y a la Policía sobre los capos de la mafia.

Según informó la Cadena SER, a mediados de 2006, un año después de la operación Avispa (el primer gran golpe a la mafia rusa en España), Litvinenko mantuvo contactos con la Guardia Civil y con el Cuerpo Nacional de Policía al objeto de ampliar las informaciones sobre algunos de los vor v zakone (capos de la mafia) que fueron detenidos en aquel operativo coordinado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andréu. También aportó información de, al menos, dos capos fugados en extrañas circunstancias.

Litvinenko facilitó datos del considerado número uno de la mafia georgiana, Zahar Kalashov, alias el jefe, detenido en Dubai a finales de 2005 tras la búsqueda y captura dictada por la Audiencia Nacional. El ex espía ruso, envenenado a finales de 2006 con polonio 210, informó además a los policías españoles de las relaciones personales y societarias de otro capo que logró huir de España minutos antes de la operación Avispa: Dariel Oniani. Tanto de Kalashov como de Oniani, Litvinenko aportó datos que les relacionaban con los servicios de seguridad de Rusia.

La información del ex espía ruso fue estimada por fuentes cercanas al caso como fundamental y esclarecedora y aportó las bases y los conocimientos necesarios para la ejecución de la segunda gran operación contra el crimen organizado ruso en nuestro país: la reciente operación Troika, llevada a cabo en Mallorca, Málaga y Madrid hace algo más de un mes bajo la tutela del juez Baltasar Garzón. En este sentido, Alexander Litvinenko facilitó informaciones sobre las actividades criminales de Vitali Izgilov, detenido en 2005 en el marco de la operación Avispa y que ha vuelto a caer en Alicante hace un mes en el marco de la operación Troika, calificada como una de las más importantes de la historia contra la mafia rusa en España.

De primera mano. Alexander Litvinenko era uno de los jefes de la unidad contra el crimen organizado del KGB, de tal forma que disponía de material de primera mano sobre las actividades de la mafia rusa y su proyección en el extranjero.

Pese a su prestigio inicial, su carrera se vino abajo en noviembre de 1998, cuando apareció en conferencia de prensa en Moscú para denunciar toda una serie de acciones ilegales de los dirigentes del FSB, encabezado entonces por el líder ruso Vladímir Putin, que desde allí inició su ascenso a la cima del poder en Rusia, en la que aún continúa. El alto oficial de Seguridad afirmó, en particular, que ante varios de sus colegas había recibido la orden de su superior de asesinar al entonces secretario del Consejo de Seguridad de Rusia y próspero empresario Borís Berezovski.

Poco después, el líder ruso anunció oficialmente que las denuncias de Litvinenko "no se han podido comprobar" y más tarde, en marzo de 1999, el coronel fue acusado de "abuso de poder", cesado del cargo y detenido. En su calidad de consejero del secretario del Consejo de Seguridad (Berezovski), debía gozar de inmunidad. No obstante, fue encarcelado. Más tarde le declararon inocente y pidió asilo político a Reino Unido.