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El extraño caso de Dulce

Una menor dada por desaparecida estaba en el piso de la amiga al que dijo que iba.

el 22 ago 2010 / 14:45 h.

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Al final, y felizmente, todo quedó en poco más que una anécdota, pero menudo susto que debe de tener todavía en el cuerpo la familia. Dulce H.G., de 14 años, salió el sábado para asistir al cumpleaños de una amiga y no volvió a dormir. La voz de alarma la dio la abuela, con la que vive la menor, que ayer por la mañana era todo un clamor en la barriada de Martínez Montañés. Tras interponerse la pertinente denuncia alertando de la desaparición, la Policía Nacional le dio credibilidad porque activó el protocolo para los casos en los que desaparece un menor.

Tras toda una mañana con numerosos vecinos buscando a la chiquilla, la pesadilla terminó a las 15.30. Un particular llamó a esa hora a la familia de la menor, posiblemente cuando viera las imágenes de la madre con la foto de su hija en las noticias de todas las cadenas de televisión, para indicarles que se encontraba en el domicilio al que había ido a celebrar el cumpleaños y que estaba “bien”.

Y es que la psicosis con los menores que se sigue viviendo en Sevilla desde la desaparición de Marta del Castillo, quizá llevaron tanto a la Policía Nacional como a la familia de la niña a provocar una alarma por la que, viendo el resultado, aparentemente no había ningún motivo.

Dulce fue vista por última vez a las cinco de la tarde del sábado en la barriada de Martínez Montañés, donde vive con su abuela. La niña dijo que se dirigía a casa de una amiga en Sevilla Este, pero los vecinos que la estaban buscando aseguraron que ésta no llegó a casa de su amiga –con la que supuestamente habrían contactado–, y que desde entonces no se tenía ninguna noticia de ella, por lo que sus familiares denunciaron el caso a la Policía.

Las primeras fuentes, primero de los vecinos y luego de la propia madre, Natalia Hurtado García, de 37 años, aseguraron que su hija no tenía ningún motivo para haberse marchado sin avisar, que no es una niña problemática. Acompañada por vecinos de la barriada, aseguró que Dulce tampoco tiene novio, ni ningún amigo que le pudiera exigir marcharse sin avisar.

Un grupo de vecinos estuvo buscando a la menor por el barrio durante toda la mañana de ayer y, a partir del mediodía, se concentró en un bar del barrio en espera de noticias y para recibir a los periodistas que se desplazaron al lugar para interesarse por el caso y a los que les mostró un retrato de la desaparecida. La menor vive con su abuela materna en el barrio, con quien, según la madre, se lleva bien, y no había discutido tampoco con nadie de la familia.

Un portavoz policial confirmó que se había activado el protocolo de actuación en caso de desaparición de menores, mientras que a lo ancho y largo de todo el barrio la buscaban sus vecinos.

Hasta la llamada de las tres y media que devolvía la calma. Fue una tía de la joven la que llamó a la Policía Nacional para dar cuenta de que había aparecido sana y salva y que se encontraba en el domicilio de Sevilla Este. Desde ese momento, la Policía Nacional desactivó el dispositivo de búsqueda. 

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