El hombre encontrado muerto el pasado lunes en un piso que había explotado en la localidad madrileña de Alcalá de Henares había sido asesinado con hasta 40 cortes por arma blanca, según se desprende de la autopsia, han confirmado fuentes policiales.
El análisis del cuerpo que realizó ayer el Instituto Anatómico Forense en Madrid confirmó la tesis de homicidio que barajaba la investigación policíal como causa de la muerte del hombre, que fue encontrado carbonizado tras registrarse un explosión seguida de un incendio en el piso de alquiler en el que residía junto a su pareja.
Fuentes policiales manifestaron ayer a Efe que el hombre, de unos 36 años de edad, presentaba unas 40 heridas por arma blanca en el cuello, la espalda y la cintura, además de numerosos golpes por la cabeza y el resto del cuerpo, según reveló la autopsia.
De la misma manera, fuentes de la investigación aseguraron, además, que el hombre era ex militar y originario de la localidad de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real.
Una hipótesis inicial. La investigación policial barajó la tesis del homicidio desde el principio, al descartar Gas Natural toda relación con la explosión una vez confirmado que no tenía clientes en esa vivienda y comprobar los bomberos que la instalación de gas no estaba afectada ni mostraba signos de haber sido manipulada, al igual que las dos bombonas de gas butano que había en el interior del piso, y que estaban intactas.
El cuerpo de la víctima fue hallado completamente carbonizado por los sanitarios de Emergencias 112 que acudieron hasta el lugar, en el número 9 de la calle Escritorios, en el piso primero A de una corrala de dos alturas, en pleno centro de la localidad.
